
Ingrid volvía a Estepona tras 14 años sin pisarlo. Con ganas, alegría e ilusión llegó de nuevo a su ciudad favorita para disfrutar de unos bonitos días con su familia esteponera. Tras siete maravillosos días, se fue con su hijo a la playa, y cuando cruzaba un paso de peatones un patinete eléctrico la arrolló en la vía acabando con su vida.
Desde Área Costa del Sol nos hemos trasladado hasta la vivienda donde se hospedaba con algunos de sus familiares, entre ellos Ana Ponte, quien, totalmente destrozada, nos ha abierto las puertas de su casa. “Para mí era mi hermana. Venía siempre de vacaciones a mi casa. El día 8 fue a la playa con el hijo y cuando fue a cruzar no pudo esquivar el patinete y la cabeza se la partió”, nos cuenta Ana Ponte.
Una mujer de 80 años que, a pesar de su avanzada edad, tenía mucha vitalidad y estaba acostumbrada a recorrer las calles de Estepona. “Andaba kilómetros y kilómetros. Ella estaba muy bien”, nos relata Ana, que apenas puede contener las lágrimas.
Cuando iba a ser trasladada al Hospital Carlos Haya en Málaga capital debido al daño en el cráneo, los médicos informaron a la familia que había entrado en coma y que ya no era posible hacer nada por ella: “Tenía el cráneo partido y una hemorragia interna”.
Con sus recuerdos aún en la casa, su familia esteponera llora su pérdida y pide mayor control y regulación de los patinetes eléctricos porque hoy ha sido Ingrid, pero otro día puede ser otra persona.
Regulación de los patinetes
Tras dos accidentes mortales en la ciudad, son muchos los que se han pronunciado al respecto. Entre ellos, PSOE e IU que exigen que desde el Ayuntamiento pongan una solución y regulen este tipo de vehículos, ya que en muchas ocasiones suponen un peligro tanto para los conductores como para los peatones.