
La feria de Málaga, celebrada del 11 al 20 de agosto, ha dejado una ocupación hotelera del 87,30% en la capital, y ha generado un impacto de 11,7 millones de euros, frente a los 10,2 millones del pasado año, según los datos de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS).
Pese a registrar una ocupación de dos puntos menos que en 2022, el impacto económico de este año ha sido mayor debido, entre otras cosas, al incremento del gasto medio por cliente alojado, que asciende a unos 108,18 euros, un 17,69% más que el pasado año.
“Se trata de una repercusión económica que se queda en el territorio. Esto es algo positivo ya que la actividad turística aporta valor económico en la ciudad, genera empleo y beneficia a las empresas que suministran a los establecimientos hoteleros”, ha asegurado Francisco Moro, vicepresidente de AEHCOS en Málaga Capital.
En cuanto a la nacionalidad de los turistas, AEHCOS la sitúa en un 40% de turismo de procedencia nacional y un 60% de procedencia internacional.