En el marco de la operación ‘Eulalia’, en colaboración con la NCA británica, la Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal dedicada a la introducción de grandes cantidades de cocaína procedentes de Sudamérica en la provincia de Málaga y Reino Unido.
Así, han sido detenidos nueve integrantes de esta red, todos ellos de nacionalidad británica y se ha solicitado una orden internacional de detención a Reino Unido por los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.
Durante las distintas fases de la operación, han sido practicados diferentes registros en las localidades de Mijas Costa y Benalmádena de la provincia de Málaga, así como en Reino unido, en los que se han intervenido 3.754 kilogramos de cocaína, dos embarcaciones recreativas de lujo, un vehículo y gran número de teléfonos móviles.
La operación se inició fruto de un control fiscal realizado en Puerto Marina, en Benalmádena, en el que observaron una embarcación que levantó las sospechas de los agentes, procediendo a su identificación e inspección de fondeo a la embarcación.
En un primer momento se halló en el interior de un arcón de plástico ubicado en cubierta 18 pastillas de cocaína de un kilogramo de peso cada una con un envoltorio de plástico negro, por lo que se procedió a la intervención de la sustancia estupefaciente y detención de dos súbditos británicos.
Tras solicitar a la autoridad judicial el registro de los camarotes de la embarcación, fueron intervenidas otras 166 pastillas de cocaína, idénticas a las anteriores.
De igual modo, tras un intercambio de información con agentes de la NCA británica, se tuvo conocimiento de que estas mismas personas estaban siendo investigadas en Reino Unido, lugar de procedencia de los integrantes de este grupo criminal, iniciándose una operación conjunta entre ambos cuerpos.
Esta organización, que se encargaba de gestionar la logística y distribución del estupefaciente, utilizaba dos embarcaciones recreativas de lujo con las que navegaban hasta un punto previamente acordado donde barcos mercantes procedentes de Brasil arrojaban al mar bolsas estancas que contenían cocaína.
Los integrantes de esta red las recogían del mar y las trasladaban hasta puertos deportivos de la costa malagueña. El estupefaciente era guardado en viviendas seguras para su posterior transporte y distribución en Reino Unido.