Inédito suceso el ocurrido en Málaga capital, un hombre sufre de diarrea, supuestamente pide permiso para asearse en una vivienda y es acusado de allanamiento de morada, algo que se asemeja a lo ocurrido en el libro de Stephen King «El Cazador de Sueños», pero esta vez, sin alienígenas de por medio.
El hombre acusado de entrar en una vivienda ajena para ducharse tras sufrir unos problemas estomacales cuando caminaba por el casco antiguo de Málaga capital ha asegurado a los miembros del jurado que él pidió permiso a la dueña para entrar.
El procesado, de nacionalidad británica y que se enfrenta a una petición fiscal de un año de cárcel por un delito de allanamiento de morada, ha relatado que tuvo un dolor muy fuerte de estómago y se puso enfermo y al ver a una mujer en un portal le pidió si podía pasar y entendió que le autorizaba.
Su abogado defensor, Juan Carlos Alcaraz Sánchez, ha explicado a EFE que su cliente en ningún momento entró sin autorización, que él pensó que la dueña le había autorizado a entrar y que seguramente debido al idioma no se entendieron.
El juicio con jurado ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Málaga y durante el mismo el acusado ha asegurado que incluso aunque saliera inocente quiere indemnizar a la víctima por los perjuicios causados.
El fiscal mantiene que el procesado se introdujo en la vivienda sin el consentimiento de la mujer sobre las 3.30 horas del 15 de octubre de 2021, tras sufrir un problema estomacal.
Al pasar a la altura de un inmueble ubicado en la calle Beatas se introdujo en un portal, subió hasta la primera planta y se encontró entreabierta la puerta del 1ªA, donde su dueña se había ausentado momentáneamente.
El investigado se introdujo en el inmueble, registró varios armarios en busca de ropa para asearse y se dirigió al cuarto de baño para tomar una ducha, momento en el que la mujer volvió a su domicilio y se percató de la presencia de un extraño en la vivienda, siempre según la versión del fiscal.
El acusado ha insistido en que se encontró a la mujer en el portal y que ella le dejó entrar, aunque los cuatro policías que han declarado este lunes han insistido en que ella no dijo que lo conociera.
Los agentes han relatado que la mujer estaba muy nerviosa, con pánico y que les dijo que había bajado un momento a la calle para pedir al bar que tiene al lado que bajaran la música y al acostarse de nuevo vio una luz y alguien dentro de su cuarto de baño, por lo que salió corriendo de la vivienda y cerró con llave hasta que llegó la Policía.
Los cuatro policías han indicado que cuando entraron en la vivienda el hombre estaba en el cuarto de baño, que había heces por todas partes y que lo único que dijo fue que se había puesto enfermo, con un dolor agudo muy fuerte en la barriga.
El ministerio público pide que además de la pena de prisión el acusado sea condenado a indemnizar a la víctima con 500 euros por los perjuicios morales causados.