
Para todo aquel curioso al que le encanten los misterios del Universo y del Cosmos, tienen en Torremolinos una exposición muy interesante que ayuda a divulgar sobre ciencia, con una puesta de 36 fotografías hechas con microscopio electrónico, adentrando al espectador en un nuevo Universo del que no somos capaz de percibir bajo nuestros propios ojos.
La belleza y las formas insospechadas del mundo microscópico quedan desde al descubierto en Torremolinos gracias a la exposición itinerante ‘Nanocosmos. La realidad oculta al ojo humano’, producida por la Fundación ‘la Caixa’ y que se exhibe en la plaza de La Nogalera.
Margarita del Cid, alcaldesa de Torremolinos; José Manuel Ruiz, concejal de Cultura; Francisco García, concejal de Educación; Gerardo Cuartero, director de Área de Negocio de CaixaBank en Andalucía Oriental Sur; Juan Carlos Barroso, responsable Territorial de la Fundación ‘la Caixa’ en Andalucía, Ceuta y Melilla; y Rubén Duro, comisario de la exposición, han presentado la muestra, que podrá verse hasta el 21 de julio en la Plaza de la Nogalera.
«Es un lujo disponer de una exposición que da pie a divulgar sobre ciencia y acercar el conocimiento a la gente. Una apuesta en materia de educación muy interesante de la que estoy convencida de que la comunidad educativa torremolinense también va a sacar partida. Además, con esta exposición retomamos el concepto de La Nogalera como espacio cultural, un compromiso de este equipo de gobierno por convertir esta plaza en un lugar de encuentro ciudadano, de cultura y de inquietud intelectual», ha manifestado la alcaldesa en su intervención.
La exposición presenta 36 fotografías hechas con microscopio electrónico del artista Michael Benson con las que nos ofrece una mirada diferente sobre la flora y la fauna que se adentra en su escala más pequeña.
Arte, alta tecnología y ciencia se fusionan en esta nueva muestra, que constituye un viaje por el mundo natural a escala submilimétrica. Benson, fascinado desde siempre por la frontera entre lo que vemos y lo que no, logra imágenes imponentes y reveladoras de la vida que es invisible a los ojos.
El autor ha usado un microscopio electrónico de barrido del Canadian Museum of Nature de Ottawa y ha logrado dar la vuelta a los usos de esta tecnología, que hasta ahora había estado al servicio de la ciencia. Benson la utiliza ahora para crear arte en forma de 36 imágenes digitales en blanco y negro, minuciosamente procesadas y ensambladas, que retratan la complejidad de la flora y la fauna.
En las imágenes pueden verse, por ejemplo, las estructuras de las diatomeas, un grupo de algas unicelulares que constituye uno de los tipos más comunes de fitoplancton. Las diatomeas absorben cada año entre 10.000 y 20.000 millones de toneladas de dióxido de carbono y son responsables de entre el 20 y el 50% del oxígeno total que penetra anualmente en la atmósfera terrestre.
Del mismo modo, pueden conocerse de cerca los radiolarios, un tipo de zooplancton que se encuentra en todos los océanos del planeta y que presenta un esqueleto casi siempre compuesto de sílice y de formas geométricas similares a poliedros regulares.
La relación de los insectos con las plantas también atrae la atención y el foco de Benson. En la exposición puede verse con detalle un insecto tan pequeño como es el pulgón, que mide entre uno y tres milímetros, y del cual llegamos a ver incluso el estilete, que utiliza para perforar las plantas y extraer nutrientes.
Asimismo, se pueden observar los palpos, apéndices vellosos de las mariposas, que les ayudan a saborear la comida para determinar si es comestible, o los ojos y las antenas de una abeja, así como las alas de una libélula, que le permiten alcanzar velocidades entre 35 y 54 km/h.
Se ofrecen visitas guiadas a la muestra para el público en general los sábados a las 20.00 horas y los domingos a las 11.00 horas. Esta exposición es la segunda colaboración de la Fundación ‘la Caixa’ con el escritor, artista y cineasta norteamericano.
Benson acerca al espectador con Nanocosmos a otros sorprendentes descubrimientos mucho más cercanos, aunque imperceptibles para nuestros ojos. Esta construcción fascinante entre la arquitectura, la botánica, la biología y el arte de vanguardia, tras su paso por Torremolinos, itinerará a otras ciudades de España y Portugal.