
El Curso de Verano de la Universidad de Málaga (UMA), organizado por la Fguma en el municipio malagueño de Marbella, sobre envejecimiento saludable ha contado con la participación de la especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública Rosa María López Gigosos. La experta ha centrado su ponencia en el impacto que las vacunas pueden tener en la mejora de la salud en la última etapa de la vida.
«El reto consiste en que los años ganados a la vida sean saludables, no años de enfermedad», ha explicado. La profesora plantea que vacunarse a lo largo de toda la vida refuerza al sistema inmunitario para enfrentarse, no solo a los microorganismos para los que han sido creadas esas vacunas, sino para una serie de factores estresantes que actúan produciendo mortalidad.
Al respecto, ha agregado que «esta capacitación del sistema inmune es novedoso y cada vez mejor conocido, especialmente en dos ámbitos, a nivel cardiovascular y para proteger frente a la demencia».
En relación con el impacto en salud pública, López ha afirmado que sería altísimo porque estaríamos proponiendo las vacunas para un envejecimiento saludable, para reducir la mortalidad cardiovascular y la aparición de los daños cerebrales.
«Sería poner sobre la mesa que tenemos una herramienta potente para añadir a las ya conocidas, como la actividad física, la alimentación, las ciudades menos contaminadas y más amigables con las personas mayores». En este punto, ha aclarado que en España las coberturas de vacunación infantil son muy altas, entre el 95 y 97 por ciento.
Como mensaje fundamental ha trasladado la importancia de la alfabetización en salud: «Hay que educar desde pequeños, aprender a comer bien, tener una actividad física regular, evitar el alcohol y otras drogas porque es extremadamente perjudicial sobre la salud cerebral y cardiaca». «Cuando educas desde la infancia, se vive más saludablemente, se demanda menos atención sanitaria y los países son más ricos», ha incidido.
La especialista considera que este problema del envejecimiento poblacional es un gran reto que hay que abordar a nivel mundial, «cada país en solitario no podría», y ha afirmado que en este momento hay mil millones de personas mayores de 60 años en el planeta y en el año 2050 habrá dos mil millones.
«Esta velocidad de crecimiento no tiene precedentes, teniendo en cuenta que el total son ocho mil millones de personas. Hay que prepararse y enfocarlo desde un punto de vista sanitario, económico y social, no hay respuestas mágicas», ha expuesto.