
En septiembre de 2019 se produjo un tiroteo en el que dos hombres supuestamente acabaron con la vida de un tercero en Fuengirola. A partir de ahí, la comisaría fuengiroleña abrió una investigación para esclarecer las circunstancias del suceso e identificar a los autores, que fueron detenidos días después de lo sucedido.
La Fiscalía malagueña ha asegurado este lunes que los dos hombres acusados de matar a tiros a un joven que dejaron en el rellano de un portal en la localidad malagueña de Fuengirola en septiembre de 2019 «ejecutaron» a la víctima sin posibilidad de defensa.
El juicio popular ha comenzado en la Audiencia Provincial de Málaga este lunes y los dos procesados se han declarado inocentes, uno porque mantiene que no participó en los hechos y el otro porque aunque reconoce que disparó lo hizo bajo los eximentes de trastorno transitorio, legítima defensa y miedo insuperable.
La defensa del procesado autor de los disparos ha dicho que la víctima «era un delincuente muy peligroso» y debido a ello solicita que a su cliente se le estime el estado de necesidad en cuanto al delito de armas.
«No disparó a darle, solo para quitárselo de encima porque la víctima le había sacado una pistola y un cuchillo», ha destacado el letrado defensor.
La defensa del otro acusado ha mantenido que no es cierto que el crimen fuese pasional, que es falso que se debiera a que su cliente había iniciado una relación con la expareja de la víctima y ha reiterado en diversas ocasiones que su patrocinado no tiene nada que ver con el asunto.
«Todo se debe a un rumor y como rumor que es, nadie puede demostrar que tuviera participación en los hechos», ha destacado la abogada, al tiempo que ha subrayado que tras el crimen se llegó a poner precio a la cabeza de su cliente.
El martes 28 está previsto que el juicio se inicie con la declaración de los procesados, que se enfrentarán cada uno de ellos a 22 años de prisión, uno como supuesto autor de un delito de asesinato y otro en calidad de cooperador necesario además de tenencia ilícita de armas.
El crimen fue cometido en torno a las 18.00 horas del 2 de septiembre de 2019 cuando los acusados supuestamente de común acuerdo decidieron acabar con la vida de la víctima, según mantiene el fiscal.
Uno de los procesados presuntamente proporcionó al otro un revólver que desde hacía tiempo tenía en propiedad, pero ninguno de los dos tenían permiso ni licencia de armas.
El supuesto autor material se ocultó en la esquina de un rellano de un portal mientras que el cómplice lo hizo en lo alto del escalón previo al inmueble, a la espera de que el perjudicado se asomara por la zona.
Cuando la víctima apareció fue abordado por este segundo acusado, mantuvieron una conversación y antes de marcharse «hizo una señal» al otro para que saliera, algo que hizo y esgrimiendo el revólver le disparó.
El fiscal insiste, al contrario que la defensa, que la víctima iba desarmada y que recibió un primer disparo en la zona del pecho y costal a una corta distancia y cuando ya estaba en el suelo le disparó de nuevo sin posibilidad de defensa, causándole la muerte inmediata.