
El pasado 4 de noviembre, en Benalmádena tuvo lugar un crimen machista, donde Lesley, de 60 años, murió asesinada a puñaladas presuntamente por su marido David Cadwallader, de 80.
Según ha podido confirmar El Español, el anciano, investigado por la comisión de un delito de homicidio, murió antes de que se cumpliera un mes desde el asesinato, el 3 de diciembre. Se encontraba por el entonces en el módulo psiquiátrico de la prisión donde había ingresado, ya que padecía Alzheimer y otra enfermedad de deterioro cognitivo.
Como apuntan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, al no disponer de medios económicos, el juzgado aún está pendiente de que se apruebe su inhumación por beneficencia. Tras ello, el caso será archivado de forma definitiva.
La pareja vivía en un pequeño apartamento en Benalmádena. De origen británico, no sabían hablar español con soltura ni se relacionaban con el resto de vecinos y siempre iban juntos. No tenían familiares y aseguraban que dejarían en herencia su apartamento a una protectora de animales.
Según los vecinos, la Policía Nacional solía visitarles a menudo por diferentes episodios violentos. Otra fuente del edificio explicó a los compañeros de EFE tras el asesinato que «ambos eran personas que bebían demasiado alcohol» y que en una ocasión vio cómo el homicida golpeó a la mujer en la cara delante de todo el mundo. El presunto autor también había sido detenido en tres ocasiones por episodios de violencia de género, pero Lesley nunca quiso continuar ninguno de esos casos abiertos, por lo que acabaron archivándose.
El trágico suceso del 4 de noviembre
La noche del 4 de noviembre tuvo lugar el asesinato de Lesley. Llamó al 091 sobre las 22:30 horas alertando de que su marido le había agredido. Los agentes se trasladaron a la vivienda de la pareja pero no lograron abrir la puerta, llamaron a los bomberos, quienes accedieron a la casa a través de la terraza. Una vez dentro, encontraron el cuerpo sin vida de Lesley tendido en el suelo con más de veinte puñaladas por arma blanca.
Su agresor se encontraba en ese momento tendido en la cama del dormitorio, a la espera de los agentes. Fue detenido sin oponer resistencia. El 7 de noviembre pasó a disposición judicial y el Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por haber acabado de forma presunta con la vida de Lesley.
David ingresó en un módulo psiquiátrico del centro penitenciario donde estuvo menos de un mes, hasta que falleció. Cuando se celebre su funeral por beneficencia, el caso será archivado.