
Con la llegada del buen tiempo y de la primavera, el cambio al horario de verano es uno de los factores que muchos desean con entusiasmo, ya sea por poder aprovechar así mejor los días y las horas de luz solar, por el supuesto ahorro, etc.
España adoptará el horario de verano la madrugada del próximo domingo 26 de marzo, con el adelanto de los relojes una hora, de modo que a las 02.00 horas pasarán a ser las 03.00 horas, un cambio que seguirá vigente, al menos, hasta 2026.
Así, España cumple con la directiva europea del año 2000 que afecta a todos los Estados miembros de la Unión Europea. En 1980 se adoptaron las primeras disposiciones sobre el horario de verano en Europa y desde el año 2000, quedaron establecidas las reglas que marcan su inicio en marzo y su finalización en octubre.
Horario de verano hasta octubre
La Comisión Europea llevó a cabo en 2018, debido al debate de ampliar o no el cambio de hora, una consulta pública en la que más del 80% de los 4,6 millones de ciudadanos que participaron se mostraron a favor de acabar con los cambios de hora.
Por ello, la Comisión propuso finalizar esta práctica y que en marzo de 2019 se produjera el último cambio de hora, pero la falta de consenso entre los Estados y las evaluaciones de impacto, hicieron que Europa retrasase hasta 2021 la posible anulación del cambio horario, dando así la posibilidad a los distintos países de optar por permanecer en horario de invierno o de verano, pero se dejó en el cajón con la llegada de la pandemia.
Cambios de hora hasta el 2026
El Ministerio de la Presidencia publicó el año pasado, una orden ministerial en la que establece las fechas de los cambios de hora hasta el domingo 25 de octubre de 2026.
España no llegó a decidir a que huso horario optar, el 65% de los encuestados en la encuesta que el CIS realizó en noviembre de 2018, se manifestó a favor de permanecer en horario de verano.
En un informe solicitado al comité de expertos que el Gobierno creó para debatir esta cuestión, de fecha 20 de marzo de 2018, la Comisión concluyó que no era aconsejable producir ningún cambio precipitado en los husos horarios, mientras no existiese consenso compartido.
Ahorros energéticos no asegurados
La Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo publicó en 2018 un informe que señala que, aunque los cambios estacionales de hora pueden producir ahorros, estos son marginales, puesto que no hay certeza de que los beneficios se obtengan en todos los Estados miembros.
El informe también indica que, a pesar de que se pueda ahorrar en iluminación, no es tan evidente que ocurra lo mismo con la calefacción, que podría incluso aumentar su consumo. Los resultados son difíciles de interpretar, ya que están influenciados por factores externos como la meteorología o el comportamiento de los usuarios.
En España, no existen informes actualizados que permitan asegurar que el cambio de hora lleve asociados ahorros energéticos. Exigencias nuevas de eficiencia energética en iluminación, en los sistemas de climatización y en los edificios, entre otros, alteran los análisis que originalmente se utilizaban para calcular estos datos.