
La falta de mano de obra ha llevado a la hostelería malagueña y de la Costa del Sol a buscar trabajadores en Marruecos, Gambia e incluso Sudamérica. La temporada turística está a la vuelta de la esquina, comenzará en apenas 15 días coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, y los establecimientos de la provincia no consiguen cubrir sus vacantes.
Desde la Asociación de Hosteleros de Málaga (MAHOS) su vicepresidente Fernando Martínez, confirma que están trabajando para solucionar el problema, aunque ello suponga un gran esfuerzo, ya que para contar con trabajadores de estos países, primero hay que regularizar su situación.
La otra alternativa es trabajar con varias ONG, con quienes han contactado para formar a jóvenes que puedan ocupar los puestos más demandados, como camareros y cocineros.
La falta de personal cualificado se ha convertido en el gran problema de la hostelería en la Costa del Sol, ya que según Martínez «la gente no quiere trabajar».
El vicepresidente de MAHOS rechaza que esta situación se deba a condiciones laborales precarias: «Siempre se habla de sueldos precarios, pero el sueldo base de un camarero suele ser de 1.400 euros, además la inmensa mayoría cumple con el convenio«, afirma.
Martínez reconoce que la pandemia marcó un punto de inflexión y «ha hecho mucho daño, porque ha cambiado la mentalidad de la gente joven», que ahora prioriza la calidad de vida.