
La psila del peral, como su propio nombre indica, es una plaga que afecta a varias especias arbóreas, debilitándolos y provocando deformaciones en las partes afectadas. Se trata de un pequeño insecto homóptero, con forma elíptica y de color oscuro, que mide entre 2 y 3 mm cuando es adulto.
En Estepona se está llevando a cabo una campaña preventiva para controlar las plagas de estos insectos que pueden dañar el arbolado de los parques públicos del municipio.
Blas Ruzafa, el teniente alcalde del área de Servicios y Control Extremo, ha informado que operarios de la delegación municipal de Parques y Jardines están actuando en más de 500 ficus, a los que se les está aplicando un tratamiento sostenible que tiene como objetivo evitar los daños que puede provocar la psila en esta especie arbórea.
El responsable municipal ha explicado que se trata de una actuación preventiva que se lleva a cabo tras detectar los primeros síntomas, antes de que se formen secreciones algodonosas en los árboles. Esta forma de proceder es la mejor estrategia para luchar contra esta plaga.
La aplicación de los productos fitosanitarios se realiza utilizando dispositivos Ynject mediante endoterapia (inyección en el tronco), permitiendo de este modo aumentar el buen estado fitosanitario y vegetativo de los ejemplares.
De esta forma, durante el periodo en el que se desarrolla esta campaña los operarios municipales formados para tal fin administran 2.250 inyecciones de insecticida en los troncos de estas especies arbóreas, normalmente 3 aplicaciones por ejemplar, llegando a las 5 unidades en ficus de gran tamaño.
En este sentido, Ruzafa ha explicado que la aplicación es rápida y la retirada prácticamente inmediata. Además, es un método sostenible ya que se aplica una pequeña cantidad de fitisanitarios, al tiempo que supone un ahorro de agua y energía.
Otra de las ventajas de este sistema es que no se producen emisiones de químicos al medio, ya que el producto se inyecta directamente al tronco. Los operarios aplicadores forman parte de la plantilla de personal de jardinería, a los que se ha formado para poder realizar esta tarea y disponen del carnet de aplicador fitosanitario que exige la legislación vigente.
Este tratamiento preventivo está incluido en el calendario fitosanitario anual de las zonas verdes municipales, y el protocolo de actuaciones está gestionado y supervisado por un asesor fitosanitario, que elabora tanto el calendario anual como el documento de asesoramiento previo a la realización del tratamiento.
Por otro lado, cabe recordar que el Consistorio llevó a cabo el pasado mes de octubre la campaña en pinos contra la procesionaria una oruga que provoca problemas de salud en personas y animales. Al contactar de forma directa o indirecta los pelos urticantes de esta oruga con la piel producen reacciones alérgicas y urticarias en humanos y mascotas.