Por contribuir a la creación de una ciudad próspera, llena de talento y humanidad, Marbella ha premiado a tres de sus vecinos ilustres, la Hermandad del Rocío, el Centro de Atención a la Diversidad (CADI) y el empresario del sector turístico, Cristóbal Parra, entregándoles, a manos de la alcaldesa, Ángeles Muñoz, las Medallas de la Ciudad.
El emotivo acto, que ha tenido lugar en el Palacio de Congresos Adolfo Suárez, ha hecho hincapié en la labor social de los tres homenajeados, que han preservado -en palabras de la primera edil- «las costumbres marbellíes, sus tradiciones, apostado por la integración real de las personas con discapacidad y cimentado una marca turística de calidad y excelencia consolidada mundialmente».
«Marbella supone para los homenajeados muchísimo más que un lugar en el mapa y, además, representa un sentimiento colectivo de orgullo y compromiso por una ciudad única», ha asegurado Muñoz a la par que ha añadido que «los marbelleros, como fiel reflejo de los valores de esa Andalucía que hoy celebra su efeméride, son gente abierta, trabajadora, luchadora, emprendedora y solidaria, infinidad de adjetivos que llevan a gala los reconocidos en este acto».
La líder del Ayuntamiento que ha afirmado que «todos y cada uno de los reconocidos regalan felicidad», tomando prestadas las palabras de la presidenta de Marbella Voluntaria, Mari Carmen Bertomeu, ha indicado que, «en este caso a los hermanos rocieros que cada año disfrutan de una tradición con tanto arraigo con Marbella por bandera y también a la infinidad de familias a las que arrancan una sonrisa con su incesante labor humanitaria».
Los premiados
En este punto, ha agradecido a la Hermandad «sus 40 años de un camino repleto de generosidad» y ha indicado ante los numerosos presentes que sus integrantes «son la viva imagen de la alegría y de la ilusión cuando emprenden el trayecto, como hicieron el pasado año tras los dos en los que la pandemia les impidió reencontraros con la Virgen del Rocío, pero también son el reflejo de su incesante acción benéfica».
Además, ha asegurado que «de felicidad también saben muchísimo en CADI» y, en este sentido, ha afirmado que «es un orgullo para Marbella contar con una institución de referencia en los ámbitos educativo, de ocio, terapéutico, laboral y de sensibilización que ayuda a crecer y a superarse a más de un centenar de familias».
«Tenemos mucho que agradecer a las presidentas que tanto empeño han puesto en que CADI sea hoy un ejemplo a seguir, a Paula, Karina, Angie y Tere y también a Maite, por ser una de las grandes impulsoras y valedoras del programa de deporte inclusivo, con la mirada siempre puesta en valores como la igualdad y la tolerancia», ha apuntado.
Asimismo, ha recalcado sobre este colectivo su «creación de una gran familia, así como de un mundo mejor para todos, especialmente para numerosos niños y jóvenes convertidos incluso en deportistas de élite», como el caso de Jorge Otalecu o Javier Labrador, entre otros presentes en el homenaje celebrado.
Por otro lado, en referencia al empresario Cristóbal Parra, ha manifestado que «si hablamos de felicidad no hay duda de que el sector turístico es la principal industria donde vivir sentimientos positivos, emociones vibrantes, experiencias únicas y Marbella es el destino perfecto para disfrutar de todo esto y de mucho más».
«Hoy somos una marca reconocida a nivel mundial que ha llegado a lo más alto gracias a empresarios como Cristóbal Parra, a toda su familia: a los que le precedieron, a sus hermanos y a la tercera y cuarta generación que ya han tomado el relevo», ha abundado, al tiempo que ha añadido que el empresario «siempre tuvo claro que nuestra ciudad debía apostar por la excelencia como seña de identidad».
«Desde que logró aquella Q de calidad cuando las normas ISO eran unas grandes desconocidas, no ha dejado de buscar la excelencia y lo hizo cuando comenzó desde abajo, trabajando en el negocio familiar, en el Hotel San Cristóbal, hasta hoy mismo, impulsando la transformación de este señero establecimiento en Obal Urban Hotel, un flamante cuatro estrellas en el corazón del casco antiguo», ha apostillado.
Por su parte, los tres homenajeados, que han firmado en el Libro de Honor de Marbella, han mostrado su agradecimiento por recibir la Medalla de la Ciudad. El hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, Manuel García, ha hecho un recorrido por la historia de la agrupación y ha asegurado que este galardón «nos acompañará orgullosamente de ahora en adelante por esos caminos junto a nuestro bendito Simpecado, llevando el nombre de Marbella en lo más alto».
Además, ha anunciado que «acabamos de recibir un escrito del presidente de la hermandad matriz de Almonte donde nos recuerda que la fundación de la nuestra fue un gran acontecimiento para El Rocío dado el nombre que Marbella tiene en España y en el mundo».
De igual modo, Maite Caño, representante de CADI, ha indicado que esta Medalla «es de todos los integrantes» de este colectivo y de todos los clubes deportivos y entidades que les han apoyado a lo largo de los años. «Hoy toda la ciudad nos estamos mirando y somos, más que nunca, visibles e imparables», ha resaltado Caño, quien ha puesto también en valor la valentía y la fortaleza de las madres de los chicos con diversidad funcional a los que se atiende en este centro desde el año 2012.
Finalmente, Cristóbal Parra, que ha recordado a su amigo y predecesor en la condecoración el doctor Antonio Díaz Aroca, ya fallecido, ha asegurado que «soy marbellero por los cuatro costados» y ha destacado la «fortaleza» del turismo en el municipio, indicando además que su nuevo establecimiento de cuatro estrellas está previsto que se inaugure este verano, ampliando la oferta hotelera de la ciudad.