
Novak Djokovic ha concluido la reforma de su casa favorita: la mansión de Marbella adquirida por 10 millones de euros tras pasar en ella el confinamiento, situada en la exclusiva urbanización Sierra Blanca.
El tenista serbio ha «tirado la casa por la ventana» para prácticamente echar abajo la vivienda, que ya contaba con todo tipo de lujos.
Tras la reforma, ahora es un refugio basado en la filosofía china conocida como ‘feng shui’, que se basa en la ocupación consciente y armónica del espacio. Algunas de sus escuelas ponen el énfasis en el estudio de las formas, la estructura de la vivienda y la ubicación del baño, cocina, habitación y resto de espacios, lo que influye en la canalización de las energías, según este pensamiento.
Entre los edificios creados en base a este pensamiento están el Zhong Hedian de la Ciudad Prohibida (Pekín), el Banco de Hong Kong, el Banco de Shangai, y ahora también la mansión de Novak Djokovic en Marbella. Tanto el serbio como su esposa Jelena son seguidores de esta filosofía.
El tenista ha contratado a un equipo de diseñadores y arquitectos de primer nivel para instalar ventanas del techo al suelo en la suite principal. Los baños, cocinas y jacuzzis también han sido reemplazados y decorados de acuerdo con las prácticas del feng shui, basadas en conceptos como los cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua.
Tanto el tenista como su esposa han supervisado en primera persona la transformación de su hogar para convertirlo en un refugio. La impresionante mansión, con vistas al mar y a la montaña, cuenta con una superficie de 1.000 metros cuadrados, más 3.500 de parcela, en la que por supuesto, no podía faltar una pista de tenis.