
La empresaria y colaboradora televisiva Aída Nízar, ex concursante de Gran Hermano, ha irrumpido este miércoles 22 de febrero, en el pleno ordinario que se estaba llevando a cabo en el Ayuntamiento de Mijas para denunciar las supuestas irregularidades que ella y otro grupo de vecinos de su urbanización atribuyen a Ángel Nozal, el candidato del PP a la alcaldía de Mijas.
«Con el máximo respeto, los políticos trabajan por y para el pueblo», espetaba a la vez que le intentaban impedir el hablar, «existe una administración desleal por parte de Ángel Nozal, encubierto por su mujer».
Eso es porque desde hace meses, Aída Nízar junto con otro grupo de vecinos de Cabopino, una lujosa urbanización de Marbella donde ella y su familia tiene varias propiedades, mantiene una batalla legal contra el presidente de la comunidad, contra Nozal y contra su mujer, administradora de la finca, por presuntas irregularidades.
La ex concursante del reality junto a su comunidad de vecinos, ya han puesto varias denuncias, admitidas a trámite, en las que se incluye una que pone en conocimiento del juez que Nozal, sin ser administrador de la finca, habría firmado al menos un contrato de alquiler con una compañía para la colocación de un cajero automático en la urbanización, y que el dinero recaudado por ese alquiler, no coincide con lo reflejado en las cuentas de la comunidad.
«Existe una administración desleal en Cabopino», decía Nízar mientras los policías locales intentaban hacer que abandonase la sala. «No estoy haciendo nada ilegal, estoy dirigiéndome al alcalde y los mijeños tienen derecho a saber que Ángel Nozal no puede ser alcalde», se justificaba ante la mirada de los concejales presentes, incluido Nozal.
A pesar de que no se permitió intervenir más, dejaron que continuase presente en el pleno pero en silencio. «Usted puede estar en el pleno en silencio, pero no le puedo dar la palabra», le concedía el alcalde de Mijas, Josele González. Finalmente, la policía obligó a que Nízar abandonase el Ayuntamiento.