
La semana pasada la Policía Nacional detuvo a tres personas de la Clínica Eva’s en Puerto Banús (Marbella); una doctora de medicina general, una doctora odontóloga y una esteticista como presuntas responsables de los delitos de lesiones, intrusismo profesional, salud pública, estafa, apropiación indebida y falsedad documental.
En Área Costa del Sol, hemos podido hablar con una de las víctimas de este fraude, a la cual estafaron y quemaron, dejándole secuelas y cicatrices visibles a día de hoy, tres años después de cuando se hizo el supuesto tratamiento milagro.
Inma es de Sevilla, hace tres años se encontraba en Marbella y fue a la Clínica Eva’s para un levantamiento de glúteos, «me creí todo, caí como una tonta» nos adelantaba antes de relatar su testimonio. Le dieron cita para la misma semana y le contaron que tenían un aparato nuevo novedoso, le enseñaron fotos y testimonios de clientas «satisfechas» con el «antes y el después», a pesar de que no le explicaron muy bien en qué consistía el tratamiento, ella en ese momento se lo creyó todo.
Le prometieron una especie de tratamiento milagro que levantaba el glúteo a la vez que le ayudaría a reducir la celulitis, con un coste de 4.000 euros. «Yo en ese momento tenía tanto complejo con los glúteos, que me lo creí todo». La máquina era supuestamente traída de Estados Unidos, última tecnología.
Cuando Inma entró a la clínica, le empezaron a sacar más defectos corporales para convencerla de que si elegía con ellos un tratamiento nuevo para reducir barriga, le hacían un descuento si lo pagaba en el momento aprovechando la intervención, Inma aceptó y le cobraron otros 700 euros.
Llega el momento de la intervención, como Inma cuenta a Área Costa del Sol, ella entra a la sala y se encuentra con la sorpresa de que le van a pinchar, sorprendida ante tal situación, ya que le habían dicho que el tratamiento era indoloro, a ella le parecía raro que no le hubieran comentado antes esto de la anestesia: «No no no, te vamos a pinchar porque a ver, doloroso no es, pero para que no sientas nada», le dijeron antes de dormirla.
Inma despierta desorientada, sin saber qué ha pasado y sin recordar qué le han hecho, sentía que algo raro estaba pasando, «Pero bueno, ¿ya me habéis hecho el tratamiento? ¿En qué ha consistido?» preguntaba desconcertada sin respuesta alguna. La doctora salió de la habitación sin responder a sus preguntas y llegó otra persona para decirle que tenía que utilizar una crema, que era fundamental para el tratamiento, otros 200 euros que le cobraron.
«Yo quiero hablar con la doctora, dile que venga porque no estoy entendiendo nada, que venga a decirme qué ha pasado» exigía sin éxito, a lo que le respondían que la doctora tenía que irse a atender a otro paciente.
Todo estaba siendo muy extraño para Inma, pero no fue hasta que se montó en su coche, que empezó a notar cómo le picaba todo el cuerpo. Al llegar a Sevilla, empezó a sentir un quemazón importante en las piernas, por lo que no se lo pensó dos veces y fue al Hospital y a denunciar.
En el Hospital le dijeron que tenía unas quemaduras súper importantes, y que menos mal había ido lo antes posible. «A mi se me han quedado secuelas en las piernas de las quemaduras, fue increíble. Me provocaron quemaduras de primer grado«.
Inmaculada fue una de las primeras personas en denunciar a la clínica, pero archivaron su caso, ya que había firmado un consentimiento en caso de sufrir algún tipo de lesión después del tratamiento. «Sentí mucha impotencia, me quitaron 5.000 euros por la cara, me quemaron, se lo harán a más gente y se están riendo, gracias a dios ha habido muchas denuncias y ahora han reabierto mi caso».
«Menos mal que han cerrado la clínica y espero que paguen por ello, porque es increíble».