
No se trata de una de las películas de la saga Fast & Furious, aunque lo parece, si no de un suceso ocurrido en la pasada noche, sobre las 00:30 horas, cuando un fuerte estruendo alertaba a los vecinos de la Avenida Andalucía de Málaga, un cajero había explotado.
El cajero de la sucursal bancaria de ING de la Avenida Andalucía de Málaga ha quedado irreconocible, después de haber sido reventada con explosivos en lo que parece ser la actuación de una banda para robar el dinero del cajero de la entidad financiera. Los servicios de emergencias recibieron varias llamadas alertantes, ya que muchos no identificaban de dónde procedían las explosiones, además de los destrozos ocasionados en las fachadas del propio banco.
Efectivos de la Policía Nacional se desplazaron al lugar de los hechos de forma inmediata e intentaron detener a los supuestos autores, que huyeron en un vehículo a gran velocidad por la autovía dirección a Torremolinos, persecución incluida, pero escaparon.
La sucursal ha sufrido numerosos daños a consecuencia de la combustión y la Policía Científica y otros agentes tomaron huellas, además de visionar las cámaras de seguridad. Ahora han abierto una investigación para poder localizar a los presuntos autores, comparando con otros sucesos semejantes ocurridos con anterioridad.
Parece que es tendencia eso de hacer explotar cajeros. El último se produjo hace poco más de dos meses en la sucursal bancaria de Cajamar de la barriada de El Palo el 3 de diciembre, cuando sobre las 2:00 de la madrugada una gran explosión despertó a medio barrio, por suerte no hubo daños personales, pero sí cuantiosos desperfectos.
Y en verano, la Policía Nacional investigaba dos robos a sucursales de Bankinter también en la capital de la provincia, ocurridos en la noche del 8 de agosto. Uno en Teatinos y otro en La Malagueta, con 20 minutos de diferencia entre una y otra explosión, según confirmaron fuentes policiales.