
La Junta de Andalucía lo tiene claro: la Eco Reserva de Ojén debe cerrar definitivamente sus instalaciones y sacar a todos los animales del espacio natural protegido que una vez, desde este mismo ente público, habían declarado como tal. Antonio Calvo, el coordinador de la reserva, y el resto de voluntarios y personas que están en contra de esta decisión se unieron este domingo 12 de febrero a las puertas de la Eco Reserva para decir «NO» y para apoyar esta iniciativa que lleva desde 2016 siendo uno de los principales atractivos del municipio y un lugar natural donde los animales viven libremente. «El objetivo era demostrar que una reserva de caza podía convertirse en una reserva ecológica y lo hemos conseguido», añadía Calvo, quien con un micro y un altavoz explicó la situación desde principio a fin, dejando claro que «los animales no se van. Este es su casa».
En 2012, hubo un gran incendio entre Alhaurín y Ojén, afectando a Marbella, Mijas, Monda y alrededores. Según cuenta Antonio, aconsejaron convertir este lugar en una reserva ecológica, algo que lograron tras mucho papeleo: «Nos dijeron que si queríamos la mano de la novia, teníamos que casarnos con ella, y nos casamos con ella. Nos quedamos con la gestión que nos la cedieron durante 50 años».
Fotógrafos de naturaleza, documentales, visitas de colegios, voluntarios a todos los niveles, turistas importantes de todas partes del mundo… Han formado parte de este espacio que ahora la Junta echa el cierre definitivo, a pesar de las continuas súplicas por parte de la Reserva. «Con el cambio de gobierno de la región y el cambio de los técnicos de confianza, hace tres años que nos llamaron de Istán de que había una cabra montés con la pata partida. Les dije que no era mi competencia y les di el número del centro de referencia de esta especie, pero volvieron a llamarme para decirme que no le hacían caso. Logramos un cirujano gratuito para operar a la cabra y cuando íbamos llegando al quirófano, no habiéndose preocupado antes nadie por el animal, nos paran los forestales y nos piden que entreguemos a la cabra. Le decimos que por favor nos dejen operarla y luego se la lleven del quirófano porque ellos la van a dormir. Finalmente, tuvimos que entregar y ahí fue la primera cruz que nos echaron«, declaró el coordinador.
¿Por qué cierran la Eco Reserva?
Les hicieron una inspección en pandemia mientras todo el mundo estaba confinado en casa. No podían tener visitas y aun así tuvieron una inspección donde le echaron encima siete cargos para cerrarles la reserva. «Captura y tenencia de animales silvestres sin documentación de origen. Quien escuche esto se cree que estamos traficando con animales. A nosotros nos llegan animales heridos y huérfanos. ¿Qué cartilla sanitaria o chip le vamos a pedir a las personas que nos traen un jabalí herido o un zorro herido? Yo soy incapaz de ver un animal agonizar. Si yo puedo curarlo y darle la libertad después de todos los procedimientos veterinarios, lo hago, pasa su cuarentena y luego se le da una libertad en un espacio natural protegido de la Junta de Andalucía. Es una reserva ecológica y tiene como objetivos la conservación de la naturaleza y educación ambiental», añadió, mientras todos los asistentes escuchaban atentamente.
Por otro lado, también le añadieron que no disponían de personal autorizado: «En medio de la pandemia, teníamos a un biólogo trabajando a jornada completa. El inspector veterinario que hizo la inspección le preguntó por su diploma, y nuestro biólogo le dijo que podía mandárselo por email o por WhatsApp pero que evidentemente no lo llevaba encima. Pues esa fue la justificación de que no tenemos personal especializado».
Así hasta sumar siete cargos como por ejemplo no presentar los planes de autoprotección, algo que niega el propio coordinador de la reserva alejando que se ha presentado a través del Ayuntamiento. «Esto ya era la crónica de una muerte anunciada. Hace un año ahora que nos cerraron al público y esto ha sido una agonía cerrándonos las vías de respiración, hasta que han comprobado que seguimos vivos y que esto sigue siendo una demanda. Nos han prohibido las visitas del público para cortarnos las fuentes de ingresos y hemos sobrevivido gracias a donaciones. Nos han cerrado todas las vías para ahogarnos», señaló Antonio, al mismo tiempo que explicaba que a los voluntarios se les ha prohibido la entrada a la reserva, algo que no se entiende: «Yo voluntariamente puedo ir a una capea en medio de una calle o plaza pública y enfrentarme a un toro, eso sí está permitido pero no puedo venir a cuidar une espacio natural protegido, conociendo que estos animales son más nobles que ese toro que lo están provocando. Los propios animales se sorprenden de ver unos humanos tan buenos que ni los corretean ni los tirotean. Nunca han dado una respuesta de agresividad».
«No han tenido piedad»
La Junta les exigió construir unos recintos para asegurar la distancia entre los animales y los humanos y evitar el contacto con los animales salvajes, algo que empezaron a hacer pero que no ven sentido pues les van a cerrar sí o sí. «No han tenido piedad. Después de pedirle personalmente a José Antonio Víquez clemencia, su respuesta ha sido la notificación de cierre definitivo. En un mes, contando a partir del 7 de febrero, tenemos que desmontar todas las instalaciones, retirarlas y llevarnos a los animales que tienen contacto con el ser humano. ¿Eso es una respuesta humana? ¿Hay alguna sensibilidad? Hemos estado un año alimentando a los animales cerrados al público, hemos estado haciendo el saneamiento a cada animal y todo este esfuerzo para nada porque sabían que nos iban a cerrar», explicó Calvo.
A pesar de haber recibido varias ofertas de toda España para que los animales se trasladen y reproduzcan la misma experiencia en otro lugar, Antonio tiene claro que este es su hogar: «No van a ningún sitio. Esta es su casa».
La medalla al Medio Ambiente
Antonio también puso de ejemplo la gestión de la Junta de Andalucía en cuanto a Medio Ambiente la entrega de medallas hace un daño, el Día de Andalucía, siendo entregada la medalla de mérito por su labor en la conservación y la investigación a la Federación Andaluza de Caza, mientras los allí presentes gritaban «vergüenza» y abucheaban este reconocimiento. «Yo no estoy en contra de la caza. El monte es muy grande y hay sitio para todos, pero el 80% está declarado coto de caza. Vamos a dejar un espacio para gente sensible y amante de los animales que disfrute de una experiencia de contacto con la naturaleza sin temer a que te confundan con un ciervo y mueras tiroteado», añadió.
Una sanción de 65.000 euros
La Junta además exige a la Reserva una sanción de 65.000 euros, un dinero que obviamente no pueden afrontar. «Me tratan como si fuera un narcotraficante. Lo único que he hecho es trabajar aquí para proteger esta reserva ecológica y garantizar la vida de estos animales. He dejado mis trabajos para dedicarme a la Reserva. Yo vivo de alquiler y no tengo ninguna propiedad. Tengo que declararme insolvente para el resto de mi vida y ese es el premio al Medio Ambiente que tiene esta Junta de Andalucía para la persona que respeta la naturaleza y quiere cuidar a los animales», declaró entre lágrimas.
«Cuando se pierde todo, lo primero que se pierde es el miedo. Aquí no hay que tener miedo», concluyó Antonio entre aplausos mientras todos gritaban «la Reserva no se cierra; Los animales no se van, esta es su casa».
El alcalde de Ojén apoya el proyecto
El alcalde de Ojén, José Antonio Gómez, también acudió a apoyar a la Eco Reserva, al igual que otros voluntarios, amantes de los animales e incluso el propio partido animalista PACMA: «Es una actividad muy importante para el municipio, que concienciaba a las personas con la naturaleza, en el que había contacto con los animales salvajes, donde se ha demostrado que cuando les das amor, te lo devuelven».
El propio alcalde declaró que hay veces que no se entiende cómo funcionan la burocracia ni la administración y añadió que espera que se le pueda dar una solución y no cerrarle las puertas: «Es el sueño que tenemos todos los que estamos aquí».