
El nuevo Ayuntamiento de Estepona, una moderna infraestructura con un diseño que destaca, con iluminación, y que se sitúa en pleno centro de la ciudad, pronto abrirá sus puertas. Según las fuentes consultadas, será este mes de febrero cuando se inaugure este edificio, aunque aún queda por determinar la fecha.
Este edificio de uso administrativo consta de 13.068 metros cuadrados, de los que 9.157 estarán construidos sobre rasante -planta baja más siete plantas (misma altura que el edificio colindante)-, y 3.911 metros bajo rasante, en una entreplanta y una planta sótano destinadas a aparcamiento para 131 plazas, que tendrá el mismo sistema de pago de un euro al día para el usuario.
En la planta baja se establecerán los usos de mayor concurrencia pública, con el hall de acceso, recepción, registro general y asistencia técnica, en un espacio diáfano que permitirá acceder a los distintos departamentos y que conectará con el resto del edificio.
En la primera planta se situará el Salón de Plenos, dotándolo de un carácter multifuncional, capaz de albergar distintos usos. El cuerpo superior albergará las distintas delegaciones que conforman el Ayuntamiento.
Se espera que el edifico sea «un referente medioambiental para la ciudad», al contar con un diseño que apuesta por la accesibilidad, sostenibilidad y la eficiencia energética, aprovechando al máximo la luz natural, las energías renovables y las soluciones bioclimáticas.
Este nuevo inmueble se sitúa en pleno corazón de la ciudad, en la zona de Parque Central, que conecta el casco histórico con la extensión del centro urbano. Además, cuenta en el suelo con la obra ‘Profundo’, que ocupa una superficie de 700 metros cuadrados, se ha convertido en el primer mural ‘Ground Eco-Painting’ del municipio, ya que se ha ejecutado en el pavimento de la plaza. De esta manera, el suelo se ha convertido en un lugar de creación y la obra podrá ser transitada y recorrida libremente para el disfrute de los paseantes.
Además, esta actuación creativa tendrá carácter activador y transformador del espacio público. Medirá la experiencia estética y el comportamiento de los usuarios, invitando al espectador a explorarlo desde diferentes puntos de vista, transformando su percepción del paisaje y situando este nuevo espacio en el mapa cultural de la ciudad.