
Cuánta razón tiene aquella frase que dice «cuando la realidad supera la ficción», en este caso Marbella se ha visto envuelta al pie de la letra, tras el macabro suceso en una playa del municipio, donde aparecía flotando el pasado 8 de enero el cadáver de una mujer abierto en canal que no tenía ni manos ni cabeza.
Podemos encontrar ciertas similitudes con esto que ha sucedido en Marbella, comparado con las habituales prácticas que los grupos de ‘narcotraficantes’ realizan para intimidar a las bandas rivales, o para mandar un mensaje entre los distintos grupos de la delincuencia organizada.
Decapitaciones y mutilaciones
Las decapitaciones se generalizaron a partir de la guerra contra el ‘narco’, este fenómeno empezó a extenderse a principios de los noventa con el cártel del Golfo, que comenzó a practicar la decapitación al reclutar a grupos de kaibiles guatemaltecos, quienes la introdujeron a México.
Esta práctica siempre ha tenido un simbolismo que va de lo mitológico, como el mito de la cabeza de Medusa, a lo ritual, como las cabezas que los aztecas cortaban y colocaban en sus altares.
Las decapitaciones y la mutilación de cuerpos se ha convertido en una cruel forma de mandar mensajes entre las distintas bandas criminales, digamos que funcionan como terroríficas advertencias para los enemigos.
El objetivo de estas prácticas no es solamente el hecho de proporcionar violencia a los cuerpos, si no el de asegurar una visibilidad mediática, por lo que se le atribuye parte de este fenómeno a las redes sociales, que le han dado a estas prácticas una dimensión de espectáculo público de libre circulación por la red, cuyo fin es el de inocular el miedo en la población.
La Costa del Sol y el ‘narcotráfico’
Respecto a lo sucedido en Marbella, sigue en investigación el origen del crimen, por lo que no podemos generar ningún tipo de hipótesis, ni especular con que se trata de un mensaje macabro entre bandas criminales.
Aún así, cabe mencionar que la población costasoleña está inquieta por este tipo de casos, ya que no es la primera vez que sucede algo similar a esto, conocido como «ajustes de cuentas».
Quizás el caso más sonado es el del ‘narco’ que murió tras la comunión de su hijo en Marbella, el 12 de mayo de 2018, cuando fue abatido dentro de su coche, por un tirador desde una moto.
En el 2018, un hombre fue víctima de lo que se conoce como un «ajuste de cuentas», en el que le cortaron la comisura de los labios y obligaron a gritar hasta desgarrarse la cara en los extremos, un macabro método conocido como «la sonrisa del payaso».
En Villanueva del Trabuco, en abril de este año, sucedió algo muy similar con la aparición del cadáver de un hombre desnudo, sin cabeza, manos ni genitales. El cuerpo sin vida se encontraba junto al arcén del cruce de la carretera A-7202, a 4 kilómetros del casco urbano y a poco más de una hora de Marbella, Estepona y Benahavís, principal triángulo de municipios en el que residen la mayoría de las organizaciones criminales relacionadas con el narcotráfico asentadas en la Costa del Sol.