
Un agente de la Policía Nacional de Málaga ha salvado la vida a una mujer de mediana edad que sufría un atragantamiento en un restaurante de la capital. El funcionario, destinado en la Comisaría Provincial, practicó la maniobra de Heimlich a la mujer que no podía respirar tras atragantarse con un trozo de comida.
El suceso se produjo el pasado día 18 de noviembre, en la terraza de un restaurante del barrio malagueño de Ciudad Jardín. El agente, libre de servicio, cenaba con un familiar en el interior del establecimiento cuando un revuelo en el exterior captó su atención.
En la terraza del bar una clienta gritaba desesperadamente y solicitaba ayuda para atender a su acompañante, otra mujer, que sufría un atragantamiento y no podía respirar.
Una maniobra que salva vidas
El agente, una vez comprobó el estado de la víctima, comenzó a practicarle la maniobra de Heimlich, un procedimiento de primeros auxilios que consiste en realizar comprensiones abdominales al fin de desobstruir el conductor respiratorio, que en esta ocasión había quedado bloqueado por un trozo de comida.
Gracias a la rápida intervención del agente de la Policía Nacional y la maniobra de Heimlich, la mujer acabó expulsando la comida y recuperó la respiración.
El agente se ofreció a llamar a una ambulancia pero la propia víctima declinó el ofrecimiento al hallarse en aparente buen estado de salud.
¿Cómo se hace la maniobra de Heimlich?
• Párate detrás de la víctima, separa tus piernas e intenta formar una especie de trípode en caso que se desmaye o pierda la conciencia (para que puedas sostenerla).
• Abraza a la víctima desde atrás, formado un círculo alrededor del abdomen (estómago).
• Ubica una de tus manos debajo de la caja torácica y encima del ombligo. La mano debe cerrarse en forma de puño y cubrirla con la otra.
• Tira con las manos hacia adentro y arriba, apretando el abdomen de la víctima, con rápidos movimientos ascendentes, empleando bastante fuerza. El movimiento debe ser similar a la letra J – hacia adentro y luego hacia arriba. Los movimientos deben ser rápidos y fuertes, como si estuvieras tratando de levantar a la víctima sobre sus pies.
Realiza esas compresiones cinco veces seguidas. Si la persona sigue atragantada se le deben dar cinco palmadas en la espalda, en el área que está entre los omoplatos. Si la maniobra de Heimlich es exitosa la víctima expulsará el objeto que obstruye sus vías respiratorias. Si se desmaya, suspende inmediatamente la maniobra y espera la ayuda de los profesionales de la salud.