
Si ya era complicado encontrar una vivienda de alquiler en la Costa del Sol, cada vez la tarea se vuelve toda una odisea. Ahora, la moda es alquilar pisos o casas tan solo para profesores o maestros, de septiembre a junio. Algo que se ha hecho desde siempre para aprovechar estas viviendas para el alquiler vacacional durante el verano pero que en la actualidad se ha vuelto aún más común.
Estudios por 700 euros, viviendas de solo un dormitorio mínimo por 600 o 650 o fianzas de 1.500 euros. Esta es la realidad que nos encontramos hoy día y que está complicando bastante que los jóvenes tomen la decisión de independizarse o que una familia monoparental pueda afrontar tal gasto.
Marbella y Estepona se posicionaban hace cuatro meses como los municipios donde más habían subido los alquileres en toda España. Sin embargo, municipios como Manilva o Casares se están recolocando al mismo nivel prácticamente, teniendo en cuenta que los alquileres más baratos corresponden a la modalidad de «solo profesores», aumentando considerablemente su precio durante el verano.

Una situación que está dificultando el hecho de alquilar una vivienda a un precio asequible y que está suponiendo un gasto bastante alto para familias con sueldos mileuristas, al que tienen que sumarle el resto de recibos y pagos que conllevan el día a día.