A estas alturas ya sabrás que no todos los días salen las cosas cómo tus esperas, ni se cumplen tus expectativas. Decepciones, discusiones, malas noticias, cambios de planes a última hora, incluso el tiempo que hace, puede ser el causante en muchas ocasiones de lo que llamamos “tener un mal día”.
Y es que, hasta el último de nosotros ha experimentado lo que es bajarse de la cama con el pie izquierdo. El nivel de energía que tenemos o nuestro estado de ánimo, pueden jugarnos malas pasadas a la hora de afrontar los contratiempos del día a día.
“Los malos días nos ponen a prueba, sacan lo mejor o lo peor de nosotros”
Entras en la oficina y tu superior te reclama las faltas en tu trabajo sin ni siquiera dar los buenos días, tu pareja monta una discusión en casa porque no encuentra su camisa favorita o tus hijos no han terminado sus deberes a tiempo… y todo esto justo al empezar la mañana.
Estás ante un reto:
- dejar que lo que te ha ocurrido siga escalando y aumentando tu nivel de enfado y frustración llevándote a perder los papeles y a arrastrar esa mala energía cómo un imán para seguir atrayendo situaciones similares a lo largo del día.
- o, por el contrario, elegir responder ante la situación de otra manera, empezando por aceptar lo que acaba de pasar y centrarte en cómo lo vas a gestionar para que no siga empeorando.
En el primer caso, puedo asegurarte que tu día irá de mal en peor y no verás la hora de meterte en la cama sintiéndote cómo si te hubieran atropellado. Pero si eliges la segunda opción; hacerte cargo de la situación relativizando el problema y permaneciendo en tu centro hasta que la controles y le des la vuelta, no solo habrás aprendido a lidiar con tales circunstancias subiendo tu “umbral de dolor” ante los percances, sino que estarás desarrollando tu capacidad de gestión emocional para remontar los imprevistos que se puedan presentar a diario.
Los malos días nos ponen a prueba, aprender a superarlos nos ayuda a crecer y a fortalecer nuestra Autoestima.
Tener un mal día no debe frenarte en tus propósitos, ni hacer que dudes de ti mismo y de tus capacidades. Tampoco debes pagarlo con tu entorno, los demás no tienen la culpa de que no te hayan salido las cosas cómo tú esperabas, ni tienen porqué ser el blanco de tu mal humor.
¿Qué hacer entonces?
Lo más fácil y rápido, suele ser caer en el victimismo con expresiones cómo: “siempre me toca a mí”, “la ha tomado conmigo”, “vaya suerte que tengo” … Es sorprendente lo rápido que salta el mecanismo de la víctima, estar atentos a la hora de adoptar esta actitud porque es la mejor forma de hacer que un día que empieza mal se convierta en uno que vaya a peor.
Adoptar el victimismo cómo respuesta al problema es dar puñaladas a nuestra autoestima.
Siempre podemos elegir.
Darnos cuenta de cómo estamos reaccionando y de lo que vamos a conseguir si elegimos este camino, es vital si queremos reconducir la situación. Antes de dejarnos arrastrar por el negativismo y la desesperación vamos a intentar tomar distancia del problema y hacer autocrítica, en los casos en los que sea posible, cambiar de entorno puede ayudarnos a aclarar la mente.
Los días malos son parte de la vida cotidiana, tenemos que aprender a saber aceptarlos y afrontarlos y, además, pueden ser una bendición porque nos proporcionan la oportunidad de utilizar nuestra Inteligencia Emocional.
¿Te ha pillado un atasco en la autovía de camino al trabajo?
Antes de que el enfado se apodere de ti, párate y respira profundo.
Puedes elegir cómo responder a la situación.
Todas estas situaciones no deben robarte más energía de la necesaria ni llenarte de emociones negativas prolongadas en el tiempo. Cuentas con una herramienta que sólo tú puedes utilizar: tu gestión emocional.
La gestión emocional forma parte de la Inteligencia Emocional, y todos podemos aprender a desarrollarla. Su principal efecto es que nos proporciona una mayor calidad de vida.
Cómo remontar un mal día con Inteligencia Emocional:
- Para y Respira: Llevar oxígeno al cerebro, antes de que la amígdala tome el control y nos haga explotar, es lo primero cuando sintamos que vamos a perder los papeles. Para y respira, respira profundo varias veces, lo puedes hacer en cualquier momento y en cualquier lugar.
- Reenfoca la situación, toma conciencia de lo que acaba de pasar y de cuáles están siendo tus pensamientos sobre la situación. Cuando algo negativo nos pasa ponemos el foco en todo lo que nos falta, produciendo pensamientos negativos que nos llenan de emociones negativas. Cuestiona tus pensamientos
¿Este incidente realmente prueba que en tu vida solo haya cosas negativas?
Seguro que por cada cosa negativa que te ha pasado hoy puedes encontrar dos positivas que agradecer.
- Observa cómo son tus pensamientos cuando crees que tienes un mal día, ellos son los responsables de que tu día empeore. Un solo pensamiento negativo “voy a llegar tarde” puede desencadenar una serie de pensamientos catastrofistas que de seguro no te ayudarán: “llegaré tarde y me llamarán la atención”, “soy una persona irresponsable”, “tendré que quedarme a recuperar el tiempo perdido y no llegaré a recoger a los niños” … A estas alturas tu cortisol está por las nubes y eres el blanco perfecto para sufrir un secuestro emocional por el que seguro que terminarás pagando las consecuencias por haberte comportado de manera poco apropiada.
Tus pensamientos te provocan emociones, y tus emociones determinan tu comportamiento.
Cambiar el enfoque, detener los pensamientos negativos no va a arreglar el problema que acabas de sufrir, pero al dejar de dramatizar la situación, te permitirá encontrar soluciones.
¿Qué responsabilidad tienes en lo que te pasa?
Quizás revisar tus hábitos de vida sea una buena idea, desconectar de la tecnología por las noches hará que duermas mejor por la noche y no te cueste levantarte por las mañanas, pudiendo salir con más tranquilidad de casa. Llevar una buena alimentación, priorizar tareas, hacer deporte y descansar adecuadamente ayuda a llevar una vida organizada y con mejor manejo del estrés.
Y, si has conseguido lidiar con las circunstancias y aprender algo positivo sobre ti y tu entorno, habrá merecido la pena.
Recuerda; para, respira, toma distancia para identificar el verdadero problema y cuestiónate:
¿Qué estoy pensando?,
¿Qué responsabilidad tengo yo en lo que me está pasando?,
¿Qué otra alternativa puedo tomar?
Cuando te invadan pensamientos catastrofistas, mira a tu alrededor y piensa en las cosas y personas buenas que tienes al lado y agradece por ellas.
Y hoy, ¿estás teniendo un mal día?
¡Feliz semana!
Carolina Collado.
Coach Personal y Ejecutiva certificada por ICF.
Inteligencia Emocional. Programación Neurolingüística.
HOW TO SURVIVE A BAD DAY WITH EMOTIONAL INTELLIGENCE.
By now you will know that not every day things turn out as you expect, nor are your expectations fulfilled. Disappointments, arguments, bad news, changes of plans at the last minute, even the weather, can often be the cause of what we call «having a bad day».
And it is that, until the last of us has experienced what it is to get out of bed with the wrong foot. The level of energy that we have, or our state of mind can play tricks on us when facing the setbacks of everyday life.
“Bad days put us to the test, they bring out the best or the worst in us”
You enter the office, and your superior complains about your work mistakes without even saying good morning, your partner starts an argument at home because he can’t find his favorite shirt, or your children haven’t finished their homework on time… and all this just at the start of the morning.
You are facing a challenge:
Let what has happened to you continue to escalate and increase your level of anger and frustration, leading you to lose your temper and drag that bad energy like a magnet to continue attracting similar situations throughout the day.
Or, on the contrary, choose to respond to the situation in another way, starting by accepting what has just happened and focusing on how you are going to manage it so that it does not continue to get worse.
In the first case, I can assure you that your day will go from bad to worse and you will not wait to go to bed feeling as if you have been run over. But if you choose the second option; take charge of the situation by relativizing the problem and staying in your center until you control it and turn it around, not only will you have learned to deal with such circumstances by raising your «pain threshold» in the face of mishaps, but you will also be developing your ability to emotional management to overcome the unforeseen events that may arise on a daily basis.
Bad days put us to the test, learning to overcome them helps us grow and strengthen our self-esteem.
Having a bad day should not stop you from reaching your goals, nor make you doubt yourself and your abilities. Nor should you pay it with your surroundings, others are not to blame that things have not turned out as you expected, nor do they have to be the target of your bad mood.
What to do then?
The easiest and fastest thing is usually to fall into victimhood with expressions such as: «it’s always my turn», «he’s taken it out on me», «I’m so lucky»… It’s surprising how quickly the mechanism of the victim, be careful when adopting this attitude because it is the best way to make a day that starts badly turn into one that gets worse.
Adopting victimhood as a response to the problem is stabbing our self-esteem.
We can always choose.
Realizing how we are reacting and what we are going to achieve if we choose this path is vital if we want to redirect the situation. Before letting ourselves be carried away by negativism and despair, we are going to try to distance ourselves from the problem and do self-criticism, in cases where it is possible, changing the environment can help us clear our minds.
Bad days are part of everyday life, we must learn to accept and face them and, furthermore, they can be a blessing because they give us the opportunity to use our Emotional Intelligence.
Have you been caught in a traffic jam on the way to work?
Before the anger takes over you, stop and take a deep breath.
You can choose how to respond to the situation.
All these situations should not rob you of more energy than necessary or fill you with prolonged negative emotions over time. You have a tool that only you can use: your emotional management.
Emotional management is part of Emotional Intelligence, and we can all learn to develop it. Its main effect is that it provides us with a better quality of life.
How to overcome a bad day with Emotional Intelligence:
- Stop and Breathe: Bringing oxygen to the brain, before the amygdala takes control and makes us explode, is the first thing when we feel that we are going to lose the papers. Stop and breathe, take several deep breaths, you can do it anytime, anywhere.
- Refocus the situation, become aware of what just happened and what your thoughts are about the situation. When something negative happens to us, we focus on everything that we lack, producing negative thoughts that fill us with negative emotions. question your thoughts
Does this incident really prove that there are only negative things in your life?
Surely for every negative thing that has happened to you today you can find two positive things to be thankful for.
- Observe what are your thoughts when you think you are having a bad day, they are responsible for making your day worse. A single negative thought “I am going to be late” can trigger a series of catastrophic thoughts that will surely not help you: “I will be late, and they will call my attention”, “I am an irresponsible person”, “I will have to stay to make up for lost time and I won’t get to pick up the kids” … At this point your cortisol is through the roof and you are the perfect target to suffer an emotional kidnapping for which you will surely end up paying the consequences for having behaved inappropriately.
Your thoughts cause you emotions, and your emotions determine your behavior.
Changing the focus, stopping the negative thoughts will not fix the problem you just suffered, but by stopping dramatizing the situation, it will allow you to find solutions.
What responsibility do you have for what happens to you?
Perhaps reviewing your life habits is a good idea, disconnecting from technology at night will make you sleep better at night, and it will not be difficult for you to get up in the morning, being able to leave home with more peace of mind. Having a good diet, prioritizing tasks, playing sports and resting properly helps to lead an organized life and with better stress management.
And, if you have managed to deal with the circumstances and learn something positive about yourself and your environment, it will have been worth it.
Remember; stop, breathe, take a step back to identify the real problem and question yourself:
What am I thinking?
What responsibility do I have in what is happening to me?
What another alternative can I take?
When catastrophic thoughts invade you, look around you and think of the good things and people next to you and be thankful for them.
Are you having a bad day today?
Happy week!
Caroline Collado.
Personal and Executive Coach certified by ICF.
Emotional Intelligence. Neuro-Linguistic Programming.
www.carolinacollado.es