
Los hechos ocurrieron en octubre de 2020, cuando, presuntamente, dos hombres amenazaron al dueño de un bar de Marbella para que les devolviera una ametralladora que dejaron en el establecimiento tras una reunión en la que se produjo un tiroteo. Por esta razón, la Audiencia de Málaga tiene previsto juzgar a los acusados el 22 de septiembre.
Según las conclusiones iniciales del ministerio fiscal, ambos acudieron al local con una pistola automática ametralladora, considerada arma de guerra, y mantuvieron un encuentro con otras personas que no han sido identificadas. En el transcurso de esa reunión se produjo un tiroteo, por lo que los acusados abandonaron el lugar, dejando en el establecimiento el arma que la Policía Nacional localizó debajo de un sofá de la terraza, con el cargador municionado; además de encontrar un cartucho sin detonar y varios casquillos, según la acusación pública.
Esa tarde, dice el ministerio fiscal, los procesados presuntamente se pusieron en contacto con el dueño del pub al que exigieron que entregara la pistola, indicando dónde estaba escondida, supuestamente «amenazándole de muerte si contaba algo o si no les devolvía el arma», con lo que crearon en el hombre «miedo» y «desasosiego».
Luego, volvieron a la zona del local y la Policía Nacional les dio el alto, pero cuando trataron de huir, dando marcha atrás, colisionaron con otro vehículo, que era un coche policial camuflado, resultando lesionados de distinta consideración los cuatro agentes que iban dentro, según el escrito provisional de acusación.
Para la Fiscalía se trata de un delito de depósito de armas, por el que pide siete años y medio de prisión; y otro de amenazas, por el que solicita un año y medio de cárcel. Además, le acusa de cuatro delitos leves de lesiones, pidiendo por cada uno dos meses de multa, a 12 euros diarios. Además, insta a que indemnicen a los agentes con distintas cantidades por las lesiones y paguen los daños de los coches policiales.