El síndrome del trabajador quemado o burnout es un trastorno en sí mismo que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a reconocerlo cómo enfermedad oficial en mayo de 2019.
Básicamente, consiste en las consecuencias psicológicas y agotamiento emocional de un estrés crónico vinculado a ambientes laborales mal gestionados.
Podrás identificar este síndrome fácilmente por sus consecuencias; si llevas tiempo sintiéndote apático, irritable, pesimista y de mal humor, experimentas una ansiedad que te lleva a evitar otras personas y a tener relaciones sociales, tu rutina de sueño se ha alterado resultando mucho más difícil de conciliar, has empezado a sufrir dolores musculares o abdominales y casi siempre te encuentras cansado, puedes estar sufriendo los síntomas más comunes del Burnout laboral.
“Darse cuenta de lo que está ocurriendo es lo más importante para poder pedir ayuda y poner remedio”.
Ahora, estamos en una época estival propicia para parar, desconectar y tomar conciencia de lo que nos está pasando, para prevenir el desgaste personal y profesional que pueden estar haciendo mella en tu salud y bienestar emocional.
Este síndrome afecta tanto a trabajadores por cuenta ajena cómo a empresarios y directivos, siendo el resultado de vivir desconectado de los valores personales soportando una tensión continua que lleva al cuerpo y la mente al extremo.
Los líderes, tienen una doble responsabilidad, ya que además de saber identificar estas señales en ellos mismos, habrán de estar muy alerta ante las manifestaciones de estos síntomas en los miembros de su equipo, ya que sus consecuencias, sostenidas en el tiempo, son nefastas para las empresas, dejando en evidencia el estilo de liderazgo.
Cuando el trabajo pierde su sentido para la persona que lo realiza, llega la insatisfacción, disminuye el compromiso a medida que se incrementa el absentismo y las bajas laborales y se produce el temido efecto contagio, las emociones negativas se extienden contaminado el aire del ambiente y a otros compañeros del equipo lo que tiene consecuencias catastróficas para la productividad en las empresas.
“Ser capaces cómo líderes de intervenir más pronto que tarde es de vital importancia para aliviar el bienestar mental de nuestro equipo antes de que sean devorados por el estrés de una mala gestión laboral. “
El estrés, es un arma de doble filo, podremos aprovecharlo favorablemente con una buena gestión del mismo.
Un poco de estrés produce la adrenalina que nos da el empujón que necesitamos en momentos puntuales de tensión, es el estrés que nos hace avanzar, agudiza nuestros sentidos y nos ayuda a tomar decisiones es saludable, es el responsable de que terminemos el trabajo a última hora y bajo presión ante la proximidad de un deadline, también el estrés que nos hace pisar el freno en el momento adecuado o prepararnos para hacer ese examen tan importante.
Este estrés, llamado Eustrés, experimentado a corto plazo y en momentos puntuales es positivo y nos permite ser más productivos, creativos y resolutivos adaptándonos a situaciones en las que debemos salir de nuestra zona de confort para aprender algo nuevo.
Ahora imaginemos que seguimos sufriendo los mismos síntomas una vez que el estímulo ha desaparecido, una vez que hemos entregado el trabajo en la fecha adecuada y detenido el coche en el momento preciso y entregado nuestro examen, seguimos manteniendo toda la tensión física y emocional incluso cuando ya no hay peligro.
En estos casos, es cuando el estrés se vuelve perjudicial, convirtiéndose en Distrés o estrés dañino para la salud. Si mantenemos este tipo de estrés y sus síntomas asociados en el tiempo, se empezará a generar ansiedad. Buscar momentos de relajación será más que necesario para calmar la mente y sus efectos en el cuerpo.
Podemos utilizar el estrés cómo palanca de apoyo, ya que ciertos niveles tolerables de estrés son positivos para el organismo; las sustancias bioquímicas asociadas a él nos mantienen alerta y ayudan a afrontar los retos, por lo que después de un período de estrés controlado nos volvemos más fuertes y resilientes.
El problema ocurre cuando forzamos demasiado esa palanca y sobrepasamos su punto de inflexión, entramos de lleno en la espiral de síntomas negativos para nuestro cuerpo que deterioran nuestra salud.
Saber descargar el estrés acumulado es de suma importancia, para liderar equipos resilientes, es necesario saber gestionar el estrés propio y ajeno: identificar sus síntomas e intervenir.
Los equipos resilientes superan obstáculos y crecen ante los desafíos, saben cuándo tomar el tiempo adecuado para recargar baterías.
“Es indiscutible los beneficios que tiene para el liderazgo de última generación el coaching ejecutivo y la inteligencia emocional.”
Ambos trabajan en la identificación de problemas, permiten una comunicación efectiva entre sus miembros, comparten objetivos comunes y fomentan el sentido de la pertenencia y valor de cada uno de sus miembros.
Trabajar a través del coaching habilidades estratégicas cómo la comunicación, la empatía, la motivación intrínseca, identificar creencias y hábitos viciados, fomentan actitudes mentales y emocionales adecuadas para generar ambientes felices y de bienestar en las empresas.
Ayuda a identificar determinados hábitos de pensamiento o de conducta que favorecen los síntomas del burnout (cuidado si eres de los que analiza el detalle del detalle persiguiendo el perfeccionismo…)
Las personas necesitan encontrar un sentido propio a su labor, cuando este se pierde habrá que saber parar para recargar energías y reencuadrar situaciones.
La vida hiperconectada que llevamos no nos deja muchas posibilidades de apagar el ruido exterior para conectar con nuestro mundo interior, para respirar adecuadamente y prestar atención a nuestro entorno.
Aprovecha el verano para hacer autocrítica y desconectar de aquellos hábitos que están mermando tu calidad de vida. Que el estrés que puedas sufrir a la vuelta a la oficina te sirva para encender la mecha de la motivación y no para apagarte y llevarte bajo mínimos de energía.
Proponte cómo reto que a la vuelta a la oficina hayas podido dejar atrás los malos hábitos que te generan estrés y ansiedad, plantéate nuevos objetivos, nuevas rutinas que te permitan gestionar tu tiempo de forma más eficiente para empezar un septiembre renovado de energía.
Un coach puede ayudarte a:
. Identificar tu estado de estrés.
. Chequear tu estado emocional:
“¿Cuáles de tus hábitos actuales no te ayudan?”
“¿Cuáles puedes cambiar para avanzar?”
Quizás pueda ser procrastinar o engancharte a las redes sociales a la hora del café provocan que llegues tarde a diario, participar en esas conversaciones tóxicas llenas de críticas hacia los compañeros que hacen que bajen tu energía perdiendo el foco de lo verdaderamente importante…
. Aprender a gestionar situaciones atendiendo sólo a aquellas que dependen de ti y por lo tanto en las que puedes influir y decidir.
“¿Qué está en tu mano cambiar de esta situación?”
Llevar tu atención a lo que escapa a tu control y a la queja no solo no solucionará tu problema, sino que lo agravará aumentando tu frustración y malestar cómo el efecto bola de nieve.
La figura del coach en las empresas aumenta la cohesión de los equipos de trabajo, mejora el rendimiento individual, clarifica y define roles (grandes causantes de estrés al no estar bien definidas las funciones del puesto de trabajo), reduce los conflictos y permite avanzar hacia objetivos inteligentes.
“Que las vacaciones te sirvan para conectar con tu estado de ánimo, identifica cómo te sientes y cuál es tu nivel de energía, entender cómo te afectan determinadas situaciones y que puedes hacer para cambiar un estado emocional que no te ayuda. “
Es una época perfecta para preguntarte:
¿Qué está pasando en estos momentos en tu vida?
¿Qué crees que te hace estar así?
¿Cuáles son tus expectativas de futuro?
¿Qué estás dispuesto a hacer para conseguirlas?
No olvides que, para ser felices, se requiere tener una ilusión, un proyecto de vida de cualquier tipo y un cierto grado de autoconocimiento.
En definitiva,
“Cuidarnos a nosotros mismos y a nuestro cuerpo, realizar una actividad física y cuidar la alimentación, hacer actividades que tengan un sentido vital para nosotros, evitar hacer las cosas por hacerlas, buscar un significado propio.”
Cuidar no solo de nosotros, sino también de los demás, aumenta la producción de las “hormonas de la felicidad”, por lo que no olvides dar y compartir con tus seres queridos este verano.
¡Feliz semana!
Carolina Collado.
Coach Personal y Ejecutiva acreditada ACC por ICF.
Inteligencia Emocional. Programación Neurolingüística.
BURNOUT
Burnout worker syndrome or burnout is a disorder in itself that led the World Health Organization (WHO) to recognize it as an official disease in May 2019. Basically, it consists of the psychological consequences and emotional exhaustion of chronic stress linked to poorly managed work environments.
You will be able to easily identify this syndrome by its consequences; if you have been feeling apathetic, irritable, pessimistic and in a bad mood for some time, you experience anxiety that leads you to avoid other people and have social relationships, your sleep routine has been altered making it much more difficult to reconcile, you have begun to suffer muscle aches or abdominals and you are almost always tired, you may be suffering from the most common symptoms of Workplace Burnout.
«Realizing what is happening is the most important thing to be able to ask for help and remedy it.»
Now, we are in a favorable summertime to stop, disconnect and become aware of what is happening to us, to prevent personal and professional wear and tear that may be taking a toll on your health and emotional well-being.
This syndrome affects both employed workers and businessmen and managers and is usually the result of living disconnected from your values, enduring continuous tension that takes your body and mind to the extreme.
Leaders have a double responsibility, since in addition to knowing how to identify these signs in themselves, they must be very alert to the manifestations of these symptoms in their team members, since their consequences, sustained over time, are disastrous. for companies, revealing the leadership style.
When work loses its meaning for the person who performs it, dissatisfaction sets in, commitment decreases as absenteeism and sick leave increases and the feared contagion effect occurs, negative emotions spread, polluting the air in the environment and other teammates, which has catastrophic consequences for productivity in companies.
“Being able as leaders to intervene sooner rather than later is vitally important to alleviate the mental well-being of our team before they are devoured by the stress of poor job management. “
Stress is a double-edged sword; we can take advantage of it with good management of it.
A little stress produces the adrenaline that gives us the push we need in specific moments of tension, it is the stress that makes us move forward, sharpens our senses and helps us make decisions, it is healthy, it is responsible for us finishing the job last time and under pressure due to the proximity of a deadline, also the stress that makes us hit the brakes at the right time or prepare to take that important exam.
This stress, called Eustress, experienced in the short term and at specific moments is positive and allows us to be more productive, creative and decisive, adapting to situations in which we must leave our comfort zone to learn something new.
Now imagine that we continue to suffer from the same symptoms once the stimulus has worn off, once we have turned in the paper on the right date and stopped the car on the right time and handed in our exam, we continue to maintain all the physical and emotional tension even when there is no danger.
In these cases, it is when stress becomes harmful, becoming Distress or stress that is harmful to health. If we maintain this type of stress and its associated symptoms over time, it will begin to generate anxiety. Looking for moments of relaxation will be more than necessary to calm the mind and its effects on the body.
We can use stress as a lever for support, since certain tolerable levels of stress are positive for the body; the biochemical substances associated with it keep us alert and help us face challenges, so that after a period of controlled stress we become stronger and more resilient.
The problem occurs when we force that lever too much and exceed its inflection point, we fully enter the spiral of negative symptoms for our body that deteriorate our health.
Knowing how to unload accumulated stress is of the utmost importance. To lead resilient teams, it is necessary to know how to manage one’s own stress and that of others: identify its symptoms and intervene.
Resilient teams overcome obstacles and grow in the face of challenges, they know when to take the right time to recharge batteries.
“The benefits of executive coaching and emotional intelligence for state-of-the-art leadership are indisputable.”
Both works to identify problems, allow effective communication between their members, share common goals and foster a sense of belonging and value in each of their members.
Working through coaching on strategic skills such as communication, empathy, intrinsic motivation, identifying vitiated beliefs and habits, foster adequate mental and emotional attitudes to generate happy and well-being environments in companies.
It helps to identify certain habits of thought or behavior that favor the symptoms of burnout (be careful if you are one of those who analyzes the detail of the detail in pursuit of perfectionism…)
People need to find a sense of their own to their work, when this is lost it will be necessary to know how to stop to recharge energy and reframe situations.
The hyperconnected life that we lead does not leave us many possibilities to turn off external noise to connect with our inner world, to breathe properly and pay attention to our surroundings.
Take advantage of the summer to do self-criticism and disconnect from those habits that are reducing your quality of life. That the stress that you may suffer when you return to the office serves to light the fuse of motivation and not to turn off and take you low on energy.
Propose yourself as a challenge that when you return to the office you have been able to leave behind the bad habits that generate stress and anxiety, set new goals, new routines that allow you to manage your time more efficiently to start a renewed September of energy.
A coach can help you:
. Identify your state of stress.
. Check your emotional state:
“Which of your current habits are not helping you?”
“Which ones can you change to move forward?”
Perhaps it could be procrastination or getting hooked on social networks at coffee time that cause you to be late every day, participating in those toxic conversations full of criticism towards colleagues that make you lose your energy, losing focus on what is truly important…
. Learn to manage situations attending only to those that depend on you and therefore in which you can influence and decide.
«What is in your power to change this situation?»
Bringing your attention to what is beyond your control and to the complaint will not only not solve your problem but will aggravate it, increasing your frustration and discomfort like the snowball effect.
The figure of the coach in companies increases the cohesion of work teams, improves individual performance, clarifies and defines roles (great causes of stress as job functions are not well defined), reduces conflicts and allows progress towards smart goals.
May the holidays serve you to connect with your state of mind, identify how you feel and what your energy level is, understand how certain situations affect you and what you can do to change an emotional state that does not help you.
It is a perfect time to ask yourself:
What is happening right now in your life?
What do you think makes you be like this?
What are your expectations for the future?
What are you willing to do to get them?
Do not forget that to be happy, it is necessary to have an illusion, a life project of any kind and a certain degree of self-knowledge.
Definitely,
“Taking care of ourselves and our body, perform physical activity and take care of our diet, do activities that have a vital meaning for us, avoid doing things for the sake of doing them, search for our own meaning.”
Taking care not only of ourselves, but also of others, increases the production of «happiness hormones», so don’t forget to give and share with your loved ones this summer.
Happy week!
Carolina Collado.
Personal and Executive Coach accredited ACC by ICF.
Emotional Intelligence. Neuro-Linguistic Programming.
www.carolinacollado.es