
Clientes de Unicaja Banco procedentes de varias provincias españolas, entre ellas Málaga, se han constituido en un grupo de afectados por el ciberataque que sufrió esta entidad financiera durante el proceso de fusión con Liberbank, y que supuso que muchos de ellos vieran vaciadas sus cuentas por parte de piratas informáticos, que aprovecharon un fallo de seguridad durante dicha fusión para hacerse con sus credenciales de banca electrónica.
La situación, según el grupo de estafados, ha provocado «familias destrozadas, sin ahorros o sin efectivo con el que afrontar hipotecas y recibos», teniendo que sufrir muchos de ellos «noches de insomnio, días de rabia, papeleos interminables y una larga espera.»
Los afectados reclaman que sus cuentas «vuelvan a su estado anterior a los desfalcos» y que se les reintegre «cada euro sustraído a cada cliente y que no se demoren más en el resarcimiento del daño», entendiendo que «no se nos puede cargar a nosotros la responsabilidad de un fallo de seguridad del banco«, causado por terceros y no por sus clientes.
Unicaja Banco culminó el pasado 22 de mayo la integración tecnológica, comercial y operativa con la entidad asturiana Liberbank, dando como resultado una plataforma unificada. Esta fusión ha sido calificada de «caótica» por los denunciantes, dando como resultado «apps fallando, tarjetas sin servicio o atención telefónica inoperativa», entre otros problemas.
La creación de la nueva plataforma unificada fue aprovechada por piratas informáticos para enviar mensajes a ordenadores y teléfonos móviles de clientes en los que, haciéndose pasar por el banco, pedían que procediesen a actualizar los datos de su cuenta bancaria. Estos mensajes imitaban perfectamente el diseño, apariencia, y logos utilizados por la entidad bancaria para comunicarse con sus clientes.
Una vez con las credenciales en su poder, los hackers «limpiaron» las cuentas mediante bizum y transferencias inmediatas. A algunos clientes llegaron a sustraerle hasta 40.000 euros.
Estafados de Liberbank
En el caso de Liberbank, la ciberestafa afecta a más de 150 clientes en Gijón y Avilés, que habrían perdido más de 200.000 euros, según denunció la Unión de Consumidores de Asturias. Esta entidad califica de «impresentable» que Unicaja se desentienda de las reclamaciones, y considera que debe ser Unicaja quien proceda a “la restitución inmediata de las cantidades sustraídas a sus clientes, porque en ningún momento éstos actuaron con negligencia e irresponsabilidad”.
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