
La Guardia Civil de Málaga, a través del Seprona, ha detenido este martes a tres hombres por imprudencia grave en relación con el incendio en Sierra Bermeja originado la pasada semana en el municipio de Pujerra. Los detenidos han pasado a disposición judicial.
Se trata de los tres trabajadores en la finca donde se originó el fuego, que han sido arrestados y han prestado declaración ante los investigadores. Luego fueron enviados a casa a la espera de ser citados por el juez cuando lo estime en base a las diligencias que le serán remitidas.
La investigación desarrollada por la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF), dependiente de la Junta de Andalucía, ha concluido que las llamas tuvieron un “origen imprudente” y que es consecuencia de los trabajos realizados con maquinaria pesada en una finca. Es una labor hecha “en circunstancias inapropiadas para las condiciones existentes”, según ha apuntado Fernando Benítez, fiscal delegado de Medio Ambiente en la provincia de Málaga.
El incendio, que fue estabilizado el viernes pero que aún no ha sido controlado, causó también heridas en tres bomberos —ya dados de alta— y obligó a desalojar a unas 3.000 personas del casco urbano de Benahavís y de distintas urbanizaciones cercanas.
Los agentes de Medio Ambiente visitaron este lunes la zona donde se había originado el incendio, una vez que las condiciones meteorológicas han dado una pequeña tregua para su visita. Confirmaron las primeras hipótesis, que atribuían el inicio del fuego a una imprudencia.
Según los investigadores, la causa está relacionada con los trabajos con maquinaria pesada que se estaban ejecutando la semana pasada en el paraje La Resinera, una finca de más de 6.500 hectáreas que fue propiedad de Muanmar el Gadafi y que se ubica en los términos municipales de Pujerra, Júzcar y Benahavís.
Así lo han corroborado también los integrantes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, quienes han tomado declaración a las personas que hacían esas labores sobre el terreno boscoso en un día en el que la meteorología no lo recomendaba, con vientos de terral de hasta 40 kilómetros por hora, y temperaturas de más de 30 grados.
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La Fiscalía de Medio Ambiente ha querido también subrayar que este incendio no tiene “ni por su naturaleza ni por su autoría” ninguna relación con el producido en la misma zona el año pasado, y que acabó con casi 10.000 hectáreas calcinadas y la muerte de un bombero.
En este caso, la investigación sigue abierta y bajo secreto de sumario. El fiscal destacó su complejidad por tratarse de un incendio intencionado «en el que el autor tomó todo tipo de precauciones para evitar ser descubierto”.
Mientras tanto, efectivos del Infoca continúan este martes en Sierra Bermeja para intentar controlar el incendio. En la zona siguen 62 bomberos para afianzar el perímetro alrededor del área quemada. Una labor compleja, lenta y dura “puesto que el matorral existente es denso y de grandes dimensiones”, según el Infoca.