
La Comunidad de Madrid, después de lanzar esta misma mañana una nueva alerta sanitaria sobre la viruela del mono, ha elevado la cifra de posibles casos a 23. Según detallan, los sospechosos se encuentran en estudio de coordinación con el Centro Nacional de Microbiología (CNM), que cuenta con la técnica necesaria para confirmar o descartar el diagnóstico.
Los casos de la región madrileña, después de que el Ministerio de Sanidad lanzase una alerta sanitaria esta misma mañana, tal y como especifican los datos aportados hasta ahora, apuntan a que el contagio ha sido por contacto con mucosas durante relaciones sexuales, aunque se transmite también por el aire. En este sentido, las personas que se encuentran en estudio evolucionan positivamente y se encuentran aisladas en sus domicilios, aunque se debe mantener vigilancia estrecha ya que pueden llegar a requerir, en algún momento, ingreso hospitalario.
La Dirección General de Salud Pública está a la espera del resultado de las pruebas de laboratorio y valorando el papel de la vacuna de la viruela para el control de la transmisión, así como el uso de antivirales de ser necesarios. También está realizando la investigación epidemiológica a los afectados e identificando a los posibles contactos.
¿Viruela del mono?
Lo cierto es que es una enfermedad poco frecuente. Generalmente se presenta con fiebre, mialgias, adenopatías inguinales, es decir, inflamación en los ganglios, y erupción en manos y caras, similar a aquellas de la varicela. No hay tratamientos ni vacunas para ellas.
Es una enfermedad que se circunscribía a África y era una patología parecida a la viruela humana, que se erradicó al final de los años 70, y que se transmitió de los monos a humanos y que, en general, se transmitía con menor frecuencia en estos últimos.
El periodo de incubación (intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) de la viruela símica suele ser de 6 a 16 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días.
Los síntomas son similares a aquellos de la viruela, aunque más leves. Comienza con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, escalofríos y agotamiento. También es común desarrollar una erupción, que suele comenzar en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo, sobre todo a manos y pies.
Por su parte, la tasa de letalidad ha sido en brotes anteriores de entre el uno y el diez por ciento, principalmente en jóvenes. Si bien su transmisión es respiratoria, pero por las características de los ocho casos sospechosos la transmisión apunta a ser por contacto con fluidos.