
Agentes de la Policía Nacional han conseguido la desarticulación, en Málaga, de un grupo criminal organizado en células y dedicado a los robos con fuerza en casas habitadas utilizando las técnicas del ‘bumping’ e ‘impresioning’ para acceder a las mismas.
En el marco de la operación Fonsi han sido detenidas 12 personas, de entre 21 y 37 años, como presuntos responsables de 29 robos con fuerza, dos delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.
La actuación policial finalizó con diez registros –nueve domicilios y un trastero- y la intervención de gran cantidad de joyas, 3.000 euros en efectivo, equipos electrónicos, útiles para la apertura de puertas, herramientas, sustancias estupefacientes, un arma de fuego y varias armas blancas.
La investigación del Grupo de Robos de la Comisaria Provincial de Málaga se ha centrado en las denuncias por varios robos con fuerza sucedidos desde finales del año 2020 en diferentes distritos de Málaga. La similitud entre la forma de acceso a chalets o viviendas pareadas, y los métodos empleados para la fractura de bombines o rejas, hacían presumir a los agentes que se encontraban ante especialistas de este tipo de delitos.
Las pesquisas determinaron la existencia de un grupo criminal, que se organizaba de forma transversal y se configuraba en células de actuación dirigidas por especialistas.
Concretada la comisión del delito, realizaban un estudio pormenorizado de sus objetivos llegando a realizar vigilancias sobre sus víctimas. Una vez reunida la información, actuaban a plena luz del día y de forma rápida, empleando técnicas de bumping o impresioning para el acceso a las viviendas.
La investigación ha permitido resolver hasta ahora 29 robos con fuerza. Los detenidos han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial, que decretó el ingreso en prisión para cuatro de ellos.
Bumping e impresioning
El bumping es una de las técnicas de robo más habituales, que consiste en abrir cerraduras sin forzarlas. Para ello, los delincuentes introducen una lámina de plástico entre la puerta y el quicio, a la altura de la cerradura, y consiguen abrirla si la llave no está echada.
El impresioning es algo más complejo. Esta novedosa técnica consiste en colocar láminas de aluminio deformable en la cerradura para que graben las marcas de la llave original y obtener una copia.