
La Junta de Andalucía ha actualizado, tras el análisis de los datos de vigilancia del año 2021, el mapa de riesgo para minimizar el impacto de infecciones por la enfermedad de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) en humanos en Andalucía.
Para ello, se zonifica el territorio andaluz en áreas de riesgo; la vigilancia del Virus del Nilo Occidental (VNO) en los ámbitos: ambiental, animal (aves y equinos), entomológica y epidemiológica humana; y el control del VNO a través de la vigilancia y control de los vectores en función del nivel de riesgo de cada municipio.
Según el mapa andaluz actualizado el nivel más alto se registra en Benahavís mientras que Estepona, Casares, Cártama, Málaga capital, Archidona, Campillos y Fuente de Piedra aparecen como áreas «predispuestas».
Acciones
El objetivo es que, a principios de cada temporada, cada municipio conozca su nivel de partida en cada año y, en base a su nivel, se implanten por cada Administración con competencias las acciones que dicho Programa plantea, informa la Consejería de Salud en un comunicado.
Una vez publicada la actualización en la web de la Consejería de Salud y Familias, se ha procedido a remitir a los municipios afectados, desde cada una de las Delegaciones Territoriales de Salud y Familias, el nivel de riesgo de partida para la temporada 2022, de forma que, una vez conocido el nivel de riesgo por cada municipio, éste proceda a actualizar, realizar y/o ejecutar las actuaciones previstas en el mencionado programa en función del nivel de riesgo de partida.
El consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, ha aclarado que el mapa de los municipios andaluces en el que se marcan las áreas de riesgo respecto a la enfermedad de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO), que ha actualizado su Consejería, es «un diagnóstico preventivo», dado que, por ahora, no hay ningún caso registrado.
En este sentido y en declaraciones a los periodistas en Córdoba, donde ha participado en la presentación de los resultados del estudio Cordioprev, Aguirre ha explicado que el citado mapa es el resultado de «los estudios epidemiológicos que hacemos», en este caso, «cogiendo los datos que hemos tenido en años anteriores, miramos el índice colorimétrico de cada una de las áreas de Andalucía».
Más precaución
De esta forma, según ha precisado el consejero de Salud, se puede saber «dónde tenemos que tener más precaución de cara al verano», pues «no tenemos virus del Nilo ahora mismo» en la comunidad autónoma, detallando que este virus llega a través de «aves migratorias», que anidan en «zonas de agua».
En base a ello, según ha insistido Aguirre, «hemos hecho un diagnóstico preventivo» respecto a «aquellas zonas de las que tenemos que hacer una vigilancia epidemiológica especial, y ese es el mapa colorimétrico del virus del Nilo».
En Andalucía existe una gran variedad de especies de mosquitos que viven en humedales, tanto naturales como artificiales, distribuidos por toda la geografía, compartiendo hábitats con aves que pueden tener virus autóctonos o importados de los países que visitan durante su migración. Los humedales, arrozales y marismas contribuyen como posibles focos o refugios de vectores.
Además, dentro de los núcleos urbanos aparecen determinados espacios que, por sus características ambientales, son favorables a la reproducción de los mosquitos, generando riesgos para la salud o molestias para el ciudadano. En ellos, los mosquitos encuentran un hábitat adecuado para la obtención de recurso vitales (alimento y refugio) pudiendo proliferar como plagas.
El 80 % de las infecciones por VNO asintomáticas, pero alrededor de un 20 % pueden presentar un síndrome pseudogripal autolimitado (FNO), y en torno a un 1 % desarrollan Enfermedad Neuroinvasiva por VNO, cuyas manifestaciones clínicas son encefalitis (55-60% de los casos graves), meningitis (35-40 %) o parálisis flácida (5-10 %).
La letalidad de estas formas graves es de entre un 4 y un 14 %, llegando hasta el 29 % en los mayores de 70 años.