
El ejemplar de foca gris localizado en la playa de El Saladillo, en Estepona, ha sido avistado a finales de la semana pasada en Motril (Granada), y todo parece indicar que sigue su periplo por el Mediterráneo.
Se trata de un caso extraño, puesto que esta especie de foca es originaria del Atlántico norte, y no del Mediterráneo, donde la especie endémica de este mar, la foca monje, está prácticamente extinguida.
Según expertos del Aula del Mar de Málaga, el mismo ejemplar fue visto en Doñana (Huelva) y en la bahía de Cádiz en febrero. A principios de marzo fue avistado entre Melilla y las islas Chafarinas, y el martes de la semana pasada, en la playa de El Saladillo, en Estepona. La foca ha continuado su periplo por Torrox, y últimamente Motril (Granada).
Se trata de un ejemplar adulto que no aparenta estar enfermo, aunque según los expertos, podría estar cansado o haber ingerido algo y le cueste hacer bien las digestiones. Este sería el motivo por el que sale a la orilla a descansar. Cuando alguien se le acerca o le toca, el animal vuelve a introducirse en el mar. Por ello, solicitan a quien lo aviste que no se acerque y que comunique el hallazgo a la Policía Local o Guardia Civil.
El motivo por el que este ejemplar, característico del Atlántico norte, ha acabado recorriendo el Mediterráneo sigue siendo un misterio. Puede haberse despistado y haber sido arrastrado por alguna corriente, o que de alguna manera, un temporal lo haya desplazado hasta nuestra zona, según expertos del Aula del Mar.