
El cuerpo del rorcual común de 15 metros que apareció en la orilla de la playa de La Rada el pasado jueves, permanece junto a la escollera del puerto de Estepona, a la espera de que amaine el temporal de levante. Según fuentes municipales, el cadáver será remolcado hasta alta mar y lastrado al fondo, siendo ésta la mejor solución para deshacerse del mismo.
Según las mismas fuentes, se desaconseja su transporte por tierra firme, ya que existe el riesgo de que la acumulación de gases lo haga explotar. Además, su gran tamaño podría ocasionar dificultades durante su traslado o incluso algún percance. Por ello, desde el Ayuntamiento de Estepona se ha optado por seguir las recomendaciones de la Sociedad Española de Cetáceos (SEC) para este tipo de situaciones, que aconsejan hundir el cadáver en alta mar como mejor solución.
Este protocolo indica que los restos del cetáceo deben trasladarse a un mínimo de seis millas de la costa y ya de lejos de tierra, depositarlos a 50 metros o más de profundidad de manera que «no quedase una parte del cuerpo en la superficie porque podría provocar que los barcos se accidentasen», han explicado a este medio desde el Consistorio. Sin embargo, el estado del tiempo estos días, con fuertes rachas de viento y un oleaje importante, lo han impedido hasta la fecha. De hecho, se hicieron dos intentos: uno el viernes y otro el sábado, aunque el estado del mar impidió el trabajo de los buzos.
De momento, el cadáver del rorcual común permanecerá en esta zona de abrigo del puerto, lo más alejado posible de las viviendas, a la espera de que el temporal amaine para remolcarlo hasta alta mar, donde será hundido y lastrado a gran profundidad.