
Durante todo este año, tras declararse el estado de alarma y tener que pasar tantas horas en casa, nos hemos percatado de que a nuestra vivienda le faltan detalles o le sobran. Con el teletrabajo, quizás nos hemos planteado que no estamos tan a gusto como pensábamos o que necesitamos algunas reformas. Antes, al estar fuera de casa trabajando y saliendo más, no habíamos echado en falta algunos aspectos que ahora son primordiales en nuestro día a día, y nos ha hecho replantearnos comprarnos otra casa, realizar alguna reforma o contar con una segunda residencia donde podamos pasar largas temporadas y despejarnos de esta locura que estamos viviendo.
Sin duda, el teletrabajo ha cambiado nuestra forma de plantearnos nuestro día a día y de enfocarnos cómo pasar las horas. Una transformación que también ha ocurrido en todos los sectores, incluyendo el sector inmobiliario. En concreto, la empresa Gilmar Real Estate lo ha vivido junto a sus clientes y ha querido conocer cómo ha sido y qué ha supuesto este proceso para miles de personas, especialmente en cuanto a la vivienda, que ha sido un factor primordial y que ha tenido que adaptarse también a la nueva situación, dando soluciones tecnológicas que faciliten el proceso de información compra o venta de propiedades. Porque, ¿quién no quiere una vivienda confortable donde poder pasar horas y horas y poder trabajar desde un rinconcito especial de su hogar?
La Costa del Sol se trata de un lugar que ofrece tranquilidad, donde los servicios, las infraestructuras y, en definitiva, la calidad de vida están a la orden del día, y donde la desaparición del comprador extranjero se ha visto compensada por el apoyo del inversor nacional. «Ahora tenemos la oportunidad de demostrar que España ofrece la la calidad de vida que los ciudadanos de cualquier país del mundo necesitan. Para ello, necesitamos que la administración facilite el camino ofreciendo al tejido empresarial y a los inversores extranjeros la seguridad jurídica y social necesaria», explica el consejero delegado de Gilmar, Manuel Marrón.
Tras 37 años de historia en Gilmar Real Estate, han logrado cubrir las necesidades de cualquier perfil de cliente. Su empresa, que cuenta con oficinas en Madrid, Andalucía y Canarias, tiene profesionales especializados en cualquier tipo de operación, ya sean viviendas de obra nueva o de segunda mano, alquileres, oficinas, edificios singulares, suelo, fincas rústicas, fondos de inversión, e incluso un servicio gratuito de gestión hipotecaria. Siempre con la garantía de encontrar la mejor opción para cada persona, en función de su situación financiera, a la hora de conseguir una hipoteca, además de distintos servicios que se adecuan a la nueva propiedad como reformas, alarmas, paisajismo o mudanzas.
Además, desde hace cinco años, han implantado las últimas tecnologías que permiten que un cliente pueda «visitar» una vivienda desde cualquier parte del mundo, con imagen real y disfrutando de una experiencia única. «Siempre nos hemos distinguido porque detrás de todo esto hay un profesional con experiencia, que sabe cómo ayudar a cada una de las personas que confía en Gilmar, ofreciéndole la seguridad y tranquilidad necesarias en un proceso que supone la mayor inversión de sus vidas», afirma otro de los consejeros delegados, Jesús Gil.
Una necesidad vital
En cada crisis que atraviesa España, al sector inmobiliario no le queda otra que adaptarse y formar parte de la solución al problema. «La vivienda ha sido el ‘banco’ de los españoles. Es un activo que puedes vender, alquilar, heredar, donar, e incluso ponerlo como garantía en determinadas situaciones financieras. El ladrillo nunca falla. Incluso conociendo otras opciones de inversión, la cultura de la sociedad española ha confiado siempre en la vivienda. Fuimos, somos y seremos parte de la solución», declara Jesús Gil.
En cuanto al futuro, ambos expertos del sector coinciden en que la vivienda es «una necesidad vital», ya que pase lo que pase, todo el mundo necesita una: «Es una solución habitacional y un refugio económico. Por tanto, estamos convencidos de que siempre tendremos trabajo. El sector inmobiliario ha cambiado mucho en las últimas décadas, y seguirá evolucionando».
Es momento, no de adaptarnos a nuestra vivienda, sino de adaptar nuestro hogar a nuestras propias necesidades reales.